La evolución de estilo de Chiara Ferragni es una de las más analizadas de la industria. Dado que la influencer lleva una década trabajando en la red (inauguró su blog, 'The Blonde Salad', en 2009), sus fotos antiguas vagan por internet y prueban que tanto su forma de vestir como su peinado o su maquillaje se han ido sofisticando con el paso del tiempo. Sin embargo, y al contrario que otras chicas que prefieren ocultar su pasado para evitar comparaciones con el presente, la italiana de 32 años tiene un sentido del humor tal que no solo no le molesta que le recuerden los looks de sus inicios, sino que es ella misma quien se encarga de compartirlos con sus más de 17 millones de seguidores. Y no solo los suyos, sino también los de su entorno más cercano, como ha hecho este fin de semana con su amiga Veronica Ferraro.
"Mejores amigas desde 2007: desliza para vernos al principio del todo", titulaba Chiara las dos instantáneas (la primera, actual, y la segunda tomada hace doce años) que ha compartido desde los Alpes, donde está pasando el fin de semana con su bebé, el pequeño Leone, y algunos de sus mejores amigos. En el selecto grupo, la también influencer Veronica Ferraro, objetivo tanto de la nolstálgica publicación como del nuevo reto que Chiara ha lanzado a sus fans: conseguir que su amiga alcance el millón de seguidores. Veronica, que también editó su propio blog, 'The Fashion Fruit', entre 2010 y 2018, cuenta con más de 958.000 seguidores y es habitual en las publicaciones de Chiara, quien la considera "una de sus dos mejores amigas". Al throw back de Chiara, donde se ve como Veronica ha cambiado mucho desde 2007 hasta hoy, esta ha respondido, riéndose, que es "para llamar a la policía".
El detalle que más ha llamado la atención de sus seguidores no ha sido el larguísimo pelo de Chiara en la foto de 2007 ni sus collares de Chanel, sino su falda, un diseño de Zara que algunas todavía siguen llevando, según han escrito. También el actual parecido entre las dos amigas ha sido otro rasgo que han resaltado de la comparativa. Pero esa no es la única foto que Chiara ha sacado hoy de su álbum de recuerdos: también compartía un retrato suyo tomado en 2003, cuando tenía 16 años. Con el rubio mucho más cobrizo que en la actualidad, sin apenas maquillaje (solo los ojos se aprecían pintados con un básico delineado en negro), y llevando una bufanda de cuadros estilo Burberry y un plumífero irisado, la empresaria ha demostrado no temer, para nada, los comentarios negativos que la comparativa entre esa imagen adolescente y su copiadísimo look de hoy pudiera generar.