El vestido de la suerte de Lady Gaga y su triste desenlace

Uno de los momentos más épicos de la carrera de Lady Gaga fue cuando la artista ganó el Globo de Oro por su participación en 'Ha nacido una estrella', su debut en la gran pantalla que nos demostró una maravillosa faceta de intérprete. En la gran noche de la cantante, tanto ella como su Valentino azulado -a juego con su pelo- se encargaron de deslumbrar sobre la alfombra roja. Un vestidazo que le trajo la mejor de las suertes cuando luego subió a recoger el galardón. Pero por muy feliz que parezca la historia, hubo quien tuvo un triste desenlace: el diseño italiano. Aquella obra creada para la estrella nunca fue devuelta -la mayoría solo son prestados para las galas-, sino que se quedó olvidada en el hotel en el que se alojó la diva del pop, el Beverly Hilton.

Para una de las veladas más especiales en la vida de Lady Gaga, fue el propio Pierpaolo Piccioli, director creativo de Valentino, el encargado de diseñar el vestido de alta costura que acompañaría a la artista. Un modelo que está realizado en seda con mangas abullonadas y cola XL con mensaje, ya que rinde homenaje al que llevó Judy Garland en la versión original de la película de 1954. Pero, ¿por qué decimos que se trata de su look de la suerte? Tan solo unos días después, se convirtió en la primera persona en ganar el Globo de Oro, un Óscar, un Grammy y un BAFTA, un récord que nadie había conseguido en tan solo un año.

Sin embargo, aunque todo parecía indicar que se trataría de un vestido icónico para la historia de la moda, su pista se perdió por completo ya que nunca volvió a la casa Valentino. Tras la noche de los Globos, Lady Gaga dejó el hotel con una sorpresa, el vestido se quedó en la habitación. Y quien lo descubrió no fue otra que la empleada de limpieza del Beverly Hilton, que lo llevó a objetos perdidos. Un lugar en el que pasaría meses sin que nadie lo reclamara, razón por la que fue su descubridora quien se convirtió, legalmente, en la dueña.

La travesía del vestido de Lady Gaga no termina ahí. Una historia que, por dramática que pueda parecer, será al mismo tiempo motivo de felicidad para alguien, ya que el diseño se encuentra a la venta como parte de una subasta de la firma Nate D. Sanders. La que será sin duda una de las piezas estrellas del lote -tiene certificado de autenticidad por la empleada del hotel- viene con la cola desmontable de 3 metros incluida. Una creación exclusiva que lleva un precio de salida de 8.000 dólares. Y, con un único pujante, ya está garantizado que la obra italiana tendrá un nuevo dueño muy pronto, concretamente dentro de dos días.