Irina Shayk estrena en Nueva York la versión más 'sexy' del vestido lencero

La modelo ha añadido dos aberturas laterales que potencian el efecto 'piernas infinitas'

Por Laura Alesanco

Desde que anunciara su ruptura con Bradley Cooper, Irina Shayk ha utilizado su vestuario para lanzar mensajes muy claros sobre su estado emocional. Tras una época de looks dominados por el color negro que vino seguida de varios estilismos que dejaban claro el estado de su corazón y su intención de seguir adelante, la modelo ha vuelto a recuperar poco a poco el gusto por looks más arriesgados y rompedores, que se mueven en una línea muy fina entre la sencillez y la sensualidad. Si bien para sus conjuntos de día sigue recurriendo a prendas básicas como los pantalones vaqueros y los jerséis de punto, en los eventos y fiestas a los que ha acudido en los últimos meses la modelo ha dejado salir de nuevo su faceta más sexy. Irina, una de las pocas mujeres capaces de convertir una falda de cashmere en el vestido negro más elegante, ha asistido esta semana a un evento organizado por Sephora para presentar la nueva línea de maquillaje diseñada por Pat McGrath para la firma. Una cita en la que se ha convertido en la mejor vestida de la velada gracias a su reinterpretación del vestido lencero.

Para la ocasión, Irina recurrió al vestido comodín más elegante y versátil que resiste al paso del tiempo temporada tras temporada: el diseño lencero. En un tejido satinado de color rojo intenso y una largura a la altura de las rodillas, el modelo presentaba un escote drapeado y una doble abertura lateral que subía hasta el muslo y dejaba a la vista las impresionantes piernas de la modelo. Este pequeño detalle potenciaba el aura de sensualidad que caracteriza a este tipo de vestidos y conseguía alargar visiblemente las impresionantes piernas de la maniquí. Un abrigo negro de paño con interior y puños en color gris, un bolso mini de mano en color negro y unas sandalias de tiras con detalle de brillantes y plumas, de Amina Muaddi, que dejaban el empeine completamente al descubierto y aumentaban ese efecto 'piernas infinitas', completaban el conjunto. El pelo recogido en un moño efecto mojado y el maquillaje, que centraba la atención en los labios de color rojo pasión y obra de la propia Pat McGrath, terminaban de redondear su estilismo. 

No es la primera vez que Irina recurre a este tipo de diseños, en tejidos satinados y reinterpretados para crear estilismos de lo más sugerentes sin perder ni un ápice de elegancia. El pasado mes de septiembre, durante la presentación de la nueva tienda de Falconeri en Milán, estrenó un conjunto pijamero de pantalon y chaqueta en color verde oliva que se convirtió en el perfecto uniforme de invitada para el otoño. La chaqueta, con un escote en 'V' muy pronunciado, dejaba a la vista el sujetador negro de la modelo, un detalle que sumaba puntos extra de sensualidad. En esta ocasión, Irina ha optado por incluir dos aberturas laterales en su vestido, consiguiendo un efecto similar. 

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