La divertida reacción de Alice Campello en el festival de Venecia al romperse su vestido

Zapatos que quedan demasiado pequeños, escotes traicioneros, transparencias inesperadas... Los deslices estilísticos pueden llegar a ser un problema cuando hay una gran cita de por medio, y Alice Campello sabe bastante al respecto. Su último compromiso laboral le ha llevado de vuelta a su amado país de origen, Italia. Y es que la empresaria ha sido invitada como embajadora de una firma de cuidado del cabello al Festival de Venecia, una ocasión para brillar -como ya hiciera el año pasado tan solo un mes después de haber dado a luz a sus gemelos-. Sin embargo, no todo ha salido como era de esperar. La propia modelo ha compartido en sus redes un pequeño accidente con su diseño de Elisabetta Franchi. El ceñidísimo vestido de la firma ha cedido ante uno de los movimientos de la empresaria, en concreto cuando trataba de subirse al taxi acuático para llegar al Lido de Venecia, el transporte más habitual en la ciudad de la Mostra.

Al subir, las costuras de la parte de atrás se cedieron y Alice se quedó con el bajo de la creación italiana descosido, un problema con otro añadido ya que, como declaró en su perfil, había muchos periodistas sacando fotos. No obstante, aquello no desanimó a la modelo, que compartió un posado con su look. "Siempre es bonito volver a casa", escribió como pie de foto de la imagen sin darle importancia al roto. Además, ideó una rápida manera de improvisar un arreglo sin perder nada de tiempo y sin necesidad de escoger otro vestido.

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¿La solución? Un truco muy casero con un objeto cotidiano que todas solemos tener a mano: el celofán. Unas cuantas tiras del material adhesivo convirtieron el vestido midi en un diseño con abertura trasera -escondiendo el descosido mediante una doblez-, lo que le ha permitido a la creadora de Mas Q Mai poder seguir disfrutando del día y, de paso, darle un toque personalizado a su estilismo. Una vez arreglado, Alice posaba en el característico muelle de la ciudad italiana moviéndose con más libertad, ya que la abertura le permitía un mayor rango de movimientos. 

Y aunque después confesó en sus redes que, como es habitual en ella, había vuelto a quedar en evidencia, lo cierto es que aplaudimos su ingenio a la hora de solucionar un problema al que todas nos hemos tenido que enfrentar en alguna ocasión. Eso sí, si de algo podemos tomar nota es de la importancia de incluir en el bolso de invitada un rollo de celo por si nos sucede lo mismo. Viendo el lado positivo, puestos a que un descosido en el vestido tuviera lugar durante su paso por el Festival de Venecia, qué mejor que suceda antes de la cita con la alfombra roja, recorrido que realizará esta noche.