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No hay nada más divertido a la hora de pensar unlook de invitada a una boda que la elección del tocado. Los complementos se han convertido, desde hace unos años, en imprescindibles. Porque resulta mucho más interesante dar versatilidad al típico vestido que te queda como un guante con diferentes accesorios, que tener que pensar en comprar para cada boda un conjunto nuevo. Y ahí los tocados pueden salvarnos. Aunque pueden usarse durante todo el año y a cualquier hora del día, debemos conocer ciertas directrices para ir siempre acertadas, ¡no todo vale!
© anaboyerMañana o tarde
En las bodas de mañana puedes utilizar casi cualquier tipo de tocado y pamela. Las limitaciones las pondrán el vestido y, por supuesto, la complexión física y las facciones de cada una. El protocolo indica que se debe mantener hasta el primer baile de los novios, pero hay que hacer uso también del sentido común, ya que sería muy incómodo, e incluso ridículo, aguantar durante toda la comida una maxipamela que, además de que a penas nos deja movernos con comodidad, está molestando a los compañeros de mesa. Así que es preferible que la luzcas en la ceremonia y el aperitivo y te deshagas de ella en el almuerzo. Los que se sienten a tu lado te lo agradecerán. Por el contrario, si llevas un tocado pequeño y ligero, debes mantenerlo hasta el primer baile e, incluso, hasta el final del día si se trata de una pieza muy integrada con el volumen de la cabeza. Llegar a casa todavía tocada es señal de un look cómodo. ¿Una buena inspiración? Ana Boyer con este diseño estampado de Dolores Promesas a tono con su pamela de Mimoki.
© mimokishopPara lasbodas de tarde opta por tocados más pequeños. Están ya prohibidas las pamelas o cualquier tocado de ala ancha; para bodas de tarde o fiestas de noche es preferible elegir diademas, turbantes, casquetes o piezas joyas. El tipo de vestido también condiciona la elección del complemento. Los vestidos cortos y sencillos nos dan mayor libertad a la hora de fantasear con el tocado, pero si la boda o fiesta es de noche y optas por un vestido largo y con pedrería, es preferible que tu tocado sea un detalle discreto integrado en el peinado y así mantener la armonía de tu look.
© mimokishopVerano vs. invierno
La estación del año también nos da unas pautas para elegir los materiales. En el verano se llevan las texturas naturales como la rafia, el sinamay, el yute, las semillas y flores deshidratadas, el lino o el algodón. Las tendencias están más inspiradoras las encuentras en los años 50 y 70, con coronas de flores, alas de rafias, plumas de colores, diademas y velos. Para el invierno elegiremos materiales como fieltros, terciopelos, plumas de aves de caza, velos, sedas salvajes, marabús... En este caso, las tendencias se inspiran más en los años 20 y 40 eligiendo turbantes de seda, casquetes de fieltro y coronas de plumas para lograr un look sofisticado y elegante.
