Más de 2.500 personas se reunieron ayer en el Grand Palais de París, escenario habitual de los desfiles de Chanel, para homenajear a Karl Lagerfeld, el que fuera director creativo de la firma durante más de treinta años. El modisto alemán falleció hace cuatro meses y desde entonces los homenajes no han dejado de sucederse. El último de ellos, Karl For Ever, ha sido el más multitudinario, aunque no será el último ya que hay más tributos anunciados para las próximas semanas. En el acto, celebrado a última hora de la tarde de ayer en la capital francesa, no faltaron rostros del mundo de la política, como la Primera Dama Brigitte Macron, musas como Cara Delevingne, Gigi Hadid o Claudia Schiffer y grandes representantes de la realeza, con Carolina y Carlota de Mónaco a la cabeza. Carlota, que eligió como segundo vestido para su reciente boda con Dimitri Rassam un modelo de Chanel, siempre se ha mostrado muy unida a la firma, igual que su madre, que siempre opta por la maison para las grandes ocasiones y a quien unía una estrecha amistad con el prolífico káiser de la moda. Juntas, y en compañía de Tatiana Santo Domingo, no se han perdido esta especial cita. Para la ocasión, Carlota ha elegido un vestido negro que ya llevó hace años en una gala.
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La firma francesa es una de las más repetidas en el vestidor de Carlota, donde se pueden encontrar grandes piezas de Alta Costura y diseños pertenecientes a colecciones pasadas que no se limita a lucir una única vez. Si hace unos meses veíamos a Alejandra de Hannover con un vestido verde que su hermana ya había llevado hace 14 años, esta vez ha sido la propia Carlota quien ha querido reciclar una propuesta. Siguiendo el código de vestuario del acto, la hija de Carolina de Mónaco ha elegido un vestido negro que se alarga a la altura del tobillo confeccionado en un tejido semitransparente. Con escote cuadrado y hombros ligeramente marcados, la parte superior, rematada en el centro con un gran lazo negro, se ciñe discretamente a la silueta. La falda, algo más holgada, cuenta con varias falsas aberturas. Un vestido de Chanel que Carlota llevó hace varios años para asistir a una gala, tal y como se puede apreciar en el look de la imagen inferior.
La hija de Carolina de Mónaco ha heredado la elegancia natural de su madre y desde pequeña ha manifestado su interés por la moda, siendo una habitual en desfiles como Chanel o Sain Laurent, firma a la que presta su imagen desde hace más de un año. Siempre sofisticada, Carlota tiene una gran habilidad para crear estilsimos diferentes, manteniendo su sello personal y jugando con los detalles. En este caso, han sido los zapatos el elemento que ha logrado dotar de un aire distinto al vestuario. Se trata de un modelo con varios centímetros de tacón que cuenta con varias hebillas distribuidas a lo largo del empeine y punta redondeada. Una propuesta que produce un curioso efecto visual.
Como suele ser habitual, Carlota ha optado por un maquillaje muy discreto, con mejillas melocotón y labios ligeramente rosados. La melena, peinada en un semirecogido también muy fiel a su estilo, dejaba al descubierto unos grandes pendientes de brillantes que contrastaban con el negro del estilismo.