El tercer embarazo de Blake Lively fue anunciado por sopresa cuando la actriz acudió junto a su marido Ryan Reynolds al estreno de la última película del intérprete, Detéctive Pikachu. Allí, Blake mostró su barriguita vestida con un llamativo vestido amarillo haciendo un guiño al protagonista de la cinta. Esta aparición, que tuvo lugar a principios del mes de mayo, ha sido la única de la pareja, que ha llevado este tercer embarazo con la máxima privacidad. En la recta final, los fotógrafos han capturado a Blake y Ryan paseando por Nueva York, donde pudimos ver a la ex Gossip Girl con un vestido midi estampado, unas cómodas zapatillas y un sombrero denim que ha combinado con una cazadora vaquera. Un look que guarda algunas similitudes con otros de sus conjuntos premamá. Recopilamos los trucos de estilo que la actriz siempre pone en práctica durante los meses de gestación, tal y como se pudo ver en su primer y segundo embarazo, que tuvieron lugar en 2014 y 2016.
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La luminosidad del amarillo
Como decíamos, Blake eligió un favorecedor vestido amarillo para su primera y única aparición en este tercer embarazo. Un diseño de tirantes, con abertura lateral y un lazo que se ceñía a la cintura destacando el baby bump. El modelo de la firma Retrofête lo combinó con una manicura también en tonos amarillos y dibujos del universo Pokémon, sandalias bicolor y maxipendientes brillantes. Aunque en esta ocasión el color estaba en consonancia con el estreno, no es la primera vez que la actriz elige esta tonalidad.
Hace justo dos años, en junio de 2016, Blake disfrutaba de su segundo embarazo, el de la pequeña Inez. También para disfrutar del buen tiempo de las calles de Nueva York, eligió un vestido de Jenny Packham amarillo, largo y fluido que prácticamente le cubría los pies. Como único detalle optó por una cazadora vaquera corta que se asemeja mucho al modelo que ha llevado en la última fotografía que se tiene de ella embarazada. Una manerta de adaptar a un look de día el estilismo y un detalle que suma dosis de informalidad sin resultar demasiado desenfadado.
En octubre de 2014, cuando faltaban solo dos meses para que el primer hijo de la pareja, James, naciera, Blake Lively acudió junto a Ryan Reynolds a una fiesta celebrada en Nueva York. Allí renovó la silueta premamá más tradicional con un vestido de Gucci muy ajustado y con un gran escote en pico. La actriz eligió una tonalidad amarillo pastel que favorecía especialmente su piel bronceada y que se convertiría en una constante en sus looks premamá posteriores, confirmando que el amarillo en todos sus matices es uno de los colores preferidos de la intérprete. Un color perfecto para sumar luminosidad a cualquier conjunto.
Vestidos mini
Frente a los vestidos vaporosos que se alargan más allá del tobillo, la californiana también se decanta por vestidos cortos para presumir de piernas y tripa de embarazada. Durante su segundo embarazo, que coincidió con la promoción de varios de sus trabajos, como la película de Woody Allen Café Society o The Shallows, optó en varias ocasiones por este tipo de propuestas de corte mini. Algo que también pudimos ver en los looks de calle de su primer embarazo.
Después de varios años en el centro del huracán mediático debido al éxito de la serie Gossip Girl y de su sonada -y breve- relación con Leonardo DiCaprio, Blake Lively logró encontrar la estabilidad personal junto a Ryan Reynolds con quien se casó en 2012. En 2014, embarazada de su primer hijo, la intérprete todavía mantenía una estética boho que ha ido evolucionando a lo largo de estos años, con mezclas más arriesgadas pero siempre sofisticadas y con cierta inspiración working. Los vestidos cortos y las botas altas fueron una de las fórmulas de estilo que más repitió durante esta época y también en su segundo embarazo.
El azul para sus looks más elaborados
Junto con el amarillo, una tonalidad muy presente en su armario premamá, Blake recurrió con frecuencia al azul en sus estilismos más elaborados durante su segundo embarazo. Un color que implica serenidad y calma y que la actriz llevó en varios de sus looks más icónicos, como el que lució en el Festival de Cannes de 2016.
Durante sus embarazos, Blake no ha renunciado a la silueta lápiz, destacando sus curvas al máximo y demostrando que las alternativas a las propuestas oversize son las que mejor encajan con su estilo. En la imagen, con un modelo azul klein con escote Bardot de Cushnie et Ochs. Como ella misma ha contado en varias ocasiones, su pasión por la moda le lleva a crear sus propios looks, a diferencia de la mayoría de las celebridades, que cuentan con un equipo de estilistas. Quizá por ello, suele recurrir con frecuencia a varias fórmulas de vestuario con las que se siente favorecida y fiel a su forma de vestir.
'Cut out' debajo del pecho
Los vestidos que se ajustan en el pecho y amplían su sulieta en el resto de la prenda son perfectos para dotar de espacio y libertad de movimiento a la zona del baby bump. Una propuesta cómoda que sigue la línea de muchas creaciones para mujeres embarazadas pero que Blake Lively actualiza con diseños más especiales, como este modelo bicolor con cut out debajo del pecho. En la imagen, con vestido de Emanuel Ungaro y sandalias de Louboutin.
Con sandalias de tiras de Giuseppe Zanotti, lo más llamativo de este conjunto de Blake Lively es el vestido, con abertura debajo del pecho y estampado que estiliza y alarga visualmente la figura. Confeccionado en un tejido elástico decorado con lentejuelas, resulta perfecto para presumir de barriguita sin tener que recurrir a prendas muy ajustadas e incómodas.