Es, con permiso de Rosalía, una de las mayores defensoras del estilo athleisure. Una fijación que explica por qué el vestidor de Úrsula Corberó cuenta con una amplia colección de pantalones de algodón, sudaderas holgadas, crop tops, zapatillas y riñoneras; prendas y complementos con los que elabora cada día cómodas propuestas. Sin embargo, cuando la actriz española tiene que acudir a un evento con alfombra roja, los tejidos técnicos y las suelas blancas dejan paso a sofisticados vestidos y tacones de aguja, demostrando así su gusto por la moda y las tendencias. Un hecho que ha quedado patente esta semana, a orillas del Mediterráneo, en un glamouroso evento donde la española no ha dudado en mostrar el lado más fresco y actual del clásico LBD.
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Blindada, así ha estado la isla de Capri esta semana. Un cordón de seguridad con docenas de agentes de policía, vigilancia privada, guardias y furgonetas, organizado con motivo del maxievento que Bvlgari ha celebrado en la isla italiana junto a algunos de los rostros más importantes del mundo de la moda, el cine y la cultura. ¿En el menú? Cuatro días de desfiles, cenas, exposiciones y la presentación de la nueva colección Cinemagia junto a Eva Green, Uma Thurman, Alicia Vikander, Lily Aldridge, Jon Kortajarena y Úrsula Corberó.
Un evento donde el lujo, la alta joyería y el glamour de los años 50 han servido de telón de fondo para descubrir uno de los looks más sofisticados de la actriz española. Pese a estar rodeada de algunas de las mujeres más importantes del mundo de la moda, Úrsula Corberó ha deslumbrado a los medios internacionales agolpados a pie de photocall con un minivestido negro palabra de honor, de Giambattista Valli que destacaba gracias a un original escote cruzado del que nacía una nueva capa de tela abullonada que creaba una segunda silueta, aportando al modelo un aire naive de lo más femenino.
Un diseño que recordaba al icónico vestido rosa de Marilyn Monroe en Los caballeros las prefieren rubias por el nudo frontal con cascada de la prenda. Todo un guiño a uno de los iconos de estilo del siglo XX que ha coronado con una llamativa gargantilla de Bvlgari y unas sandalias de tiras negras.