Trucos fáciles para mantener tus zapatillas tan limpias como el primer día

Siete consejos de limpieza con los que, prometido, parecerán nuevas

Por Mara Mariño

Cómodas y estilosas a partes iguales, las zapatillas tienen todas las papeletas para ser nuestro calzado favorito del armario. Y ya que se utilizan para ir a todas partes -al trabajo, con amigas y hasta de fiesta- por estar siempre en las tendencias de la temporada, es lógico que no se mantengan tan bonitas como el primer día, especialmente si son blancas. Sin embargo, llevarlas limpias puede ser importante según donde vayamos y la impresión que queramos causar, además de que es algo que alarga su vida útil considerablemente. Te aseguramos que si sigues estos consejos (muy fáciles), parecerá que acabas de estrenarlas.

Evita la lavadora

Aunque lo primero que se nos puede ocurrir es meterlas en la lavadora, olvídalo. Por mucho que parezca la solución más fácil, lo cierto es que puede llegar a afectar a la estructura de la propia zapatilla al mover la gomaespuma del relleno (lo cual produce bultos). Como consecuencia, además de no agarrar bien el pie -algo que realmente es un problema si, además, las usas para hacer ejercicio-, pueden llegar a resultar incómodas. Si sospechas que tus deportivas pueden llevar este tipo de goma, lo mejor es que las limpies a mano, a no ser que sean de lona como las Converse. Y es que estas son las únicas sneakers que sí resisten a la lavadora, siempre que el ciclo sea para prendas delicadas, uses un programa de agua fría y pongas muy poco detergente.

Un cepillo en seco

A cada acción, una reacción, por lo que lo mejor es que, en cuanto se manchen, le pongas remedio limpiándolas lo antes posible. Puedes utilizar un cepillo de púas suaves (o incluso un cepillo de dientes viejo que ya no uses) para hacer una limpieza rápida en seco si lo que necesitas es simplemente quitar suciedad de arena, polvo o barro una vez se haya secado. Un truco que también funciona si las zapatillas son de malla. Por último, repasa con una toallita húmeda y ¡como nuevas!

Un jabón para cada material

No todos los tejidos se limpian de la misma manera, ya que algunos son más delicados que otros. El cuero sintético, por ejemplo, se puede mojar en agua templada con detergente y, después, frotar las zonas con manchas con un cepillo. Sin embargo, para limpiar zapatillas de punto, mucho más frágiles, lo mejor es usar un paño suave o bien jabón de baño en el caso de que haya manchas.

Limpieza interior

La parte de dentro de la zapatilla también necesita una buena limpieza, aunque no tan a menudo como la parte de fuera, que se encuentra más expuesta a la suciedad. Humedeciendo un cepillo en agua con detergente, lo más recomendable es que frotes bien la parte interior y repases con un paño húmedo al terminar. Si el interior está extremadamente mojado o bien por lluvia o por actividad deportiva intensa, siempre puedes pasar papel absorbente para quitar el exceso de líquido y luego limpiarlas con normalidad.

Cordones por separado

Limpiar las deportivas es algo que necesitas hacer con calma. Si pretendes terminar antes haciéndolo con prisa, como, por ejemplo, limpiándolas atadas para ahorrar tiempo, no será igual de efectivo. Los cordones siempre van por su lado, aunque sea más aburrido desabrocharlos y sacarlos de los ojales. Y es que hacer la limpieza con los cordones puestos solo conseguirá que la suciedad no se quite bien y queden marcas sucias. Lo mejor es sacarlos y lavarlos con agua y un poco de detergente. O bien en la lavadora por separado en una bolsa, para evitar que se enreden en el tambor.

No te olvides de las suelas

La misma mezcla de agua con detergente se puede utilizar para limpiar las suelas ya que, por norma general, es la zona que más se mancha de toda la zapatilla. Esa combinación sirve tanto para la parte que entra en contacto con el suelo, la más expuesta a la suciedad, como para la del lateral, que, en los nuevos modelos con plataforma XL, también corre el riesgo de ensuciarse fácilmente. Una vez eliminada la suciedad, se debe secar con un paño suave para retirar el exceso de humedad.

El toque final

Al igual que, unas líneas más arriba, la recomendación era no meter las zapatillas en la lavadora, a la hora de secarlas, es la misma: aléjate de los electrodomésticos. Te recomendamos optar por la opción más natural (y más fácil ya de paso), dejando que se sequen al aire libre. Puedes colocarlas cerca de una ventana e incluso meter papel absorbente por dentro para que se sequen con más rapidez. ¡Infalible!

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