Disciplinadas rutinas de ejercicio, una dieta saludable donde el azúcar no tiene cabida...Jennifer Lopez es todo un ejemplo de estilo de vida, por lo que, además de cantante, actriz y, de un tiempo a esta parte, youtuber, su último proyecto, colabora con Niyama Sol como diseñadora. La artista es la responsable de los modelos de la colección cápsula que lleva su nombre, una responsabilidad que cumple hasta el final llegando hasta a hacer de maniquí como embajadora de la firma. Los últimos leggings que ha presentado para la marca deportiva no solo sientan de maravilla a las siluetas con curvas -como la propia Jenny ha demostrado llevándolos en varias ocasiones-, sino que, además, tienen un fondo muy ligado al cuidado del medio ambiente, una de las preocupaciones de la intérprete de El Anillo.
Y es que el modelo Shagreen tiene un significado especial para sus creadores. "El color verde es el color de la vida, del equilibrio, del renacer, de la naturaleza y de la energía. También simboliza el crecimiento, nuestro entorno e inculca una sensación de bienestar", señalan. Y es que los originales diseños que tanto inspiran a JLO tienen mucho que ver con el entorno natural como playas, montañas o nebulosas. Pero además de por su diseño, la artista pretende concienciar a sus seguidores y es que más que nunca está profundamente comprometida con la moda ecológica y sostenible.
"Los leggings tienen relación con el océano ya que están hechos de plástico de botellas que se reciclan. Esperamos estar poniendo nuestro granito de arena eliminando algunos de los residuos que contaminan nuestros océanos", afirman desde la firma. Encontrarle un uso textil a este tipo de desechos, es algo que cada vez suena más familiar. Los tejidos con los que se elaboran sus prendas son fibras realizadas a partir de poliéster, licra y botellas de plástico recicladas. ¿El resultado? Un material duradedo, ligero y de secado rápido. En palabras de Jennifer: ideal para hacer ejercicio.
"Reciclar, que es limpiar nuestro entorno, es una manera en la que puedes practicar el saucha (un pilar del yoga que significa pureza o higiene corporal)", dicen desde la marca. Con un precio de 85 euros, definitivamente no son unas mallas al alcance de cualquiera, pero este tipo de productos, que resisten el paso del tiempo sin perder calidad, terminan por amortizarse. Y a eso hay que sumarle el trasfondo ecológico, algo que, teniendo en cuenta los acelerados niveles de producción de deshechos, es bastante significativo.