'Flexible fashion', la revolución de la moda era esto

El lema de la industria parece claro: Compra cuando quieras como quieras, sin cartera y sin cargar con bolsas; pero sobre todo, compra de forma sostenible


10 de abril de 2019 - 18:35 CEST

Un estudio reciente elaborado por el buscador de moda Lyst apuntaba que en el último año las búsquedas de prendas relacionadas con la moda sostenible se incrementaron en un 66%, de acuerdo a un informe basado en el comportamiento online de 80 millones de compradores. Un dato que confirma que uno de los caminos que la industria podría tomar en un futuro no tan lejano. Pero más allá del auge de las marcas veganas y las alternativas eco-friendly que buscan reducir el impacto ambiental que supone producir un par de zapatillas o de vaqueros, o las impresiones 3D, ¿hacia dónde se dirige la moda entonces? En 1999 Alexander McQueen ofrecía uno de sus desfiles más recordados, una puesta en escena que a día de hoy todavía resulta innovadora y que puso de manifiesto la relación entre tecnología y moda de la manera más evidente. Una modelo (una joven Shalom Harlow) situada en el centro de la pasarela con un vestido blanco que pronto se convirtió en un lienzo mientras un robot pulverizaba pintura sobre la pieza. Una performance en directo que integraba moda, arte y tecnología. Esta última no solo ha beneficiado a la industria en el desarrollo de nuevos tejidos sino que se con el impacto de las redes sociales y el auge de las ventas online, los escaparates más potentes son digitales. El negocio de la moda ya está preparado para que compremos ropa sin necesidad de llevar la cartera encima, ni tener que cargar con las bolsas.

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Street Style© Getty Images
Pero más allá del auge de las marcas veganas y las alternativas eco-friendly que buscan reducir el impacto ambiental que supone producir un par de zapatillas o de vaqueros, ¿hacia dónde se dirige la moda? En 1999 Alexander McQueen ofrecía uno de sus desfiles más recordados, un show que a día de hoy todavía resulta innovador y que puso de manifiesto la relación entre tecnología y moda de la manera más evidente. Una modelo (una joven Shalom Harlow) situada en el centro de la pasarela con un vestido blanco que pronto se convirtió en un lienzo mientras un robot pulverizaba pintura sobre la pieza. Una performance en directo que integraba moda, arte y tecnología. Esta última no solo ha beneficiado a la industria en el desarrollo de nuevos tejidos sino que se con la explosión de las redes sociales los escaparates digitales se han convertido en un lugar donde es imprescindible estar. 

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Adiós desfiles; hola 'smartphones'

Esta alianza entre moda y tecnología, que se abordó en la Gala Met de 2016 con la temática Manus x Machina: Fashion in an Age of Technology, sigue teniendo reflejo cada temporada con más fuerza. Nos fijamos por ejemplo en la última colección de la diseñadora María Escoté, bautizada como Clochard y presentada a través de la pantalla del smartphone HONOR View 20, alejándose así del tradicional formato desfile. No se trata de una colaboración más sino que la marca ha estado muy presente en todo el proceso y las fotografías de la campaña, tomadas por Txema Yeste, también han sido capturadas por el dispositivo. Avanzando hacia el aspecto más ciencia-ficción de la tecnología, si tratamos de imaginar cómo será la industria de la moda dentro de una o dos décadas es posible que ya existan prendas inteligentes que nos ayuden tanto como nos ayudan hoy en día los dispositivos móviles. Por ejemplo, controlando nuestro ritmo cardiaco o permitiéndonos pagar sin coger la cartera, aunque todavía las propuestas son anecdóticas ya existen este tipo de prendas, especialmente dedicadas al ámbito del deporte. Es el caso de la firma australiana Wearablex, especializada en ropa de yoga, donde puedes encontrar mallas con tecnología personalizada que te ayudan en tus movimientos gracias a los sensores integrados que tiene la prenda.

María Escoté© María Escoté
La relación entre moda y tecnología también se refleja en la última colección de la diseñadora María Escoté, bautizada como Clochard y presentada en primer lugar a través de la pantalla del smartphone HONOR View 20, alejándose así del tradicional formato desfile. No se trata de una colaboración más sino que la marca ha estado muy presente en todo el proceso y las fotografías de la campaña, tomadas por Txema Yeste, también han sido capturadas por el dispositivo.

Tejidos diseñados para generaciones exigentes

La enigmática colección SRPLS de Zara también dio algunas claves importantes en 2018. Todas las piezas llevaban un etiquetado especial y una numeración (que revelaba que las prendas no se producen de forma masiva), los pedidos llegaban a casa con un embalaje especial y sobre todo, eran sostenibles. El éxito estaba asegurado cuando a finales de 2018 lanzaron esta colección que promete seguir siendo, por el momento, la niña bonita de Marta Ortega. Es una realidad: La moda eco ha dejado de ser tendencia para convertirse en necesidad. ¿Otra prueba? la segunda colección de Alexander Wang para Uniqlo, que llega a las tiendas el 11 de abril, se ha creado uniendo funcionalidad e innovación y poniendo en valor el tejido AIRism que la marca japonesa lanzó hace unos meses y que está presente sobre todo en la ropa interior y funciona como una segunda piel absorbiendo el calor y la humedad. Otras marcas como Liu Jo han apostado recientemente por desarrollar tejidos denim ecológicos para confeccionar vaqueros sostenibles que formarán parte de una colección cápsula, una de las apuestas más fuertes de la firma de cara a las próximas temporadas.

© Uniqlo x Alexander Wang
La segunda colección de Alexander Wang para Uniqlo, que llega a las tiendas este 11 de abril, se ha creado uniendo funcionalidad e innovación y poniendo en valor el tejido AIRism que la marca japonesa lanzó hace unos meses y que está presente sobre todo en la ropa interior y funciona como una segunda piel absorbiendo el calor y la humedad.

Aunque es difícil realizar un dibujo certero de cómo será la industria dentro de unos años, sí que parece evidente que el peso de la moda lenta cobrará una importancia destacable, con marcas asequibles y firmas de lujo sumándose a la sostenibilidad hacia un 'lujo verde'. Además, teniendo en cuenta los cambios que en los últimos tiempos están experimentando las semanas de la moda de las capitales más exclusivas, la alternativa a los desfiles de siempre -como la que ha experimentado María Escoté en su última colección- podría convertirse en algo habitual antes de lo que pensamos.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.