El vestido de red que relevará a los diseños de crochet favorece a todas las siluetas
Dior, JW Anderson o Zara son algunas de las marcas que apuestan por esta tendencia fácil de adaptar a cualquier tipo de cuerpo
Desde que, hace un par de temporadas, las medias y calcetines de red se colaran discretamente en los looks de las expertas en moda más seguidas, la tendencia fishing net (bautizada así en inglés por su parecido con una red de pesca) no ha llegado a abandonar las pasarelas. Con la llegada de las colecciones para la temporada de primavera verano su presencia se ha hecho más que evidente, no solo en el Street Style, sino en las novedades que muchas marcas asequibles proponen para estos meses. De entre todas las alternativas, el vestido de red ha sido la prenda con mejor acogida por parte de las estilistas, editoras y prescriptoras de moda que se dejan ver en las inmediaciones y primeras filas de los desfiles más exclusivos del mundo.
Con aberturas de mayor o menor tamaño, la característica común de estos diseños es su silueta pura, fluida y sin ornamentos llamativos. Una línea recta que suaviza las curvas y a la que muchas expertas añaden complementos, como el cinturón, con el que consiguen ceñir ligeramente la prenda. En la Semana de la Moda de París vimos a muchas de las invitadas al desfile de Dior con uno de los diseños que prometen relegar a un segundo plano al vestido de crochet más festivalero. La alemana Caroline Daur, por ejemplo, eligió un vestido de red de la firma, en color maquillaje y sin mangas cuyo bajo se alargaba hasta los tobillos. Bajo la pieza, lucía unas mallas y un top ajustado del mismo color nude que mantenía el efecto monocromático del vestido.
María Grazia Chiuri, directora creativa de Dior, ha apostado de pleno por esta tendencia, incluyéndola no solo en sus vestidos sino también en tops de rejilla ajustados que contrastan con otras creaciones más formales y sofisticadas. Sobre la pasarela, también hemos podido ver estas creaciones en las colecciones de Primavera/verano de marcas como Altuzarra (en la imagen inferior), que propone superponer varios vestidos de red un mismo conjunto; JW Anderson o la firma danesa By Malene Birger. Esta última se decanta por modelos aptos para los días menos cálidos, de longitud XL y de manga larga y pensados para lucir sobre un vestido de corte midi, ya sea del mismo color o de una tonalidad contrapuesta.
A la hora de adaptar estos vestidos al día a día, muchas de las versiones resultan idóneas para crear estilismos polivalentes, aptos tanto para un look de trabajo como para una cita desenfadada. La clave radica en elegir el calzado adecuado, por ejemplo un zapato de tacón cómodo para renovar un vestuario de oficina o unas zapatillas de tendencia como alternativa informal. En ambientes de fiesta, ya sea un festival, un concierto o una celebración de verano, puedes prescindir del vestido inferior y apostar únicamente por el vestido de red, siempre y cuando el código de vestuario de la ocasión lo permita y las aberturas no sean excesivamente amplias para un look urbano.
En el plano de las marcas asequibles, Zara o Pull&Bear también han hecho un guiño llamativo a la tendencia, muy presente entre las últimas novedades. Además de vestidos, también hay tops de tirantes, faldas, jerséis o incluso bolsos con este tipo de estructura, fácil de llevar y capaz de transformar por completo el más sencillo de los estilismos.
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