Aunque nació en Londres, Emily Ratajkowski se considera totalmente norteamericana al haber crecido en Estados Unidos y este fin de semana, su nacionalidad ha alcanzado un nuevo nivel. El sábado sustituyó Los Ángeles, ciudad donde reside con su marido Sebastian Bear-McClard, por Texas en una escapada donde ha tenido lugar su cambio de look más inesperado. Pero, ¿qué motivo ha llevado a la modelo y actriz a sobrevolar la mitad del continente? Una fiesta de cumpleaños muy especial en honor a varios de sus amigos con un dress code claro y conciso: el rodeo. El estilismo con el que acudió a la original celebración, inspirado en la ropa más tradicional de su país, hizo que pareciera una vaquera salida de 1940 pero con detalles de tendencia listos para servir de inspiración esta temporada Primavera/verano.
© Instagram: @emrataY es que, en aquella década, el cowgirl style experimentó su mayor cambio encogiendo las faldas en un intento de modernizar el look de rodeo enseñando más piel y decorando los largos mini con flecos. Aunque Emily, como buena fashion victim, actualizó su conjunto a la última con un toque más moderno. Pasando del tejido vaquero, la modelo lució un trench metalizado a modo de vestido que llevaba cerrado con el cinturón y unas botas vaqueras de serpiente, de la marca Paris Texas de las que tiene varios pares, un diseño que lució hace tan solo unos días con el snake skin, el estampado de la temporada que se encargará de relevar al leopardo.
Como si de Dolly Parton a punto de dar un concierto se tratara, la modelo volvió su look glitter con los complementos para lograr ese resultado tan característico de la cantante de country. De entre todos sus accesorios llenos de brillantes, destacaban sus anillos, pendientes y, especialmente, el collar, el mismo que llevó a la fiesta de Vanity Fair en febrero. Pero no se quedó ahí el acabado de efecto KiraKira sin necesidad de descargar la aplicación, sino que su top también tenía, además de flecos, las centelleantes incrustaciones.
© Getty ImagesAunque fue sin duda lo más sorprendente de la mezcla su peinado. La modelo y actriz es muy moderada con los cambios de looks. Lo más atrevido que ha llegado a hacerse ha sido, además de jugar con el largo intermedio de su melena, cortarse el flequillo. Fiel a su castaño natural, hasta el momento nunca se ha cambiado el color de pelo. Y ya que para su estilismo lo que más podría encajar era un blonde hairstyle optó por el recurso de Kim Kardashian y utilizó una peluca. ¿El resultado? Una Emily irreconocible metida en su papel de rodeo girl. Ahora solo queda esperar si, después de verse con el color claro, la próxima vez que pase por el salón de belleza se animará a darse unos reflejos.
