Como a Javier Calvo y Javier Ambrossi, a Anna Castillo la obra de teatro La Llamada, creada y dirigida por Los Javis y donde ella interpretó a Susana Romero, la amiga de la protagonista (a quien dio vida Macarena García) durante muchas -muchas- funciones, le cambió la vida. El éxito de esta obra de presupuesto modesto fue tal que incluso se hizo una adaptación a la gran pantalla, que en 2018 le valió a Anna una nominación al Goya en la categoría de Actriz de Reparto. La primera, donde resultó ganadora, fue como Actriz Revelación, un año antes, por su papel protagonista en El Olivo (Icíar Bollaín). Desde entonces, su carrera no ha hecho más que seguir acumulando éxitos. Después del teatro y el cine llegó la televisión (donde tenía cierta experiencia interpretando algún papel secundario), primero con la serie Estoy Vivo y después con Arde Madrid, ficción que le valió la semana pasada un Premio Feroz como mejor Actriz de Reparto. En esa entrega de premios, de hecho, arrasó, consiguiendo también otro galardon por la película Viaje al cuarto de una madre. Este fin de semana en los Premios Gaudí ha repetido como ganadora por la misma cinta y, el próximo 2 de febrero quizá la volvamos a ver en el escenario con un premio Goya, ya que también está nominada. La actriz no solo cautiva por su naturalidad y espontaneidad sobre el escenario, también por los estilismos que elige en cada ocasión. Y es que, a sus 25 años, parece que ya ha encontrado una fórmula de estilo con la que se siente cómoda y repite con frecuencia.
Detrás del vestuario de Anna Castillo está su estilista, Freddy Alonso, que también trabaja con Aura Garrido, Clara Lago o Juana Acosta, entre otras. Sobre la alfombra roja, la actriz habitualmente apuesta por vestidos de siluetas clásicas, como el impresionante vestido de Stella McCartney que llevó en los pasados premios Feroz (en la imagen superior). Un diseño en color blanco que no contaba con detalles superfluos y tenía un amplio escote en la espalda. Los tirantes, apenas visibles, proporcionaban un aire minimalista al look, que la intérprete culminó con unos sencillos pendientes de Rabat.
En la gala de los Gaudí, celebrada en Barcelona este domingo, sorprendió con un conjunto que, manteniendo una silueta recta y sencilla, jugaba con las superposiciones creando un vestido de dos alturas que tenía un bajo de tul en color rojo. Una creación de Delpozo, firma a la que ha recurrido en otras ocasiones, que se ceñía en la cintura sutilmente y revelaba un contraste de colores (rojo, azul y burdeos) muy llamativo. Dejando toda la atención al estilismo, destaca la ausencia de complementos, a excepción de los anillos y unos discretos pendientes que luce la actriz. Muy diferente fue el look que llevó a la fiesta de presentación de Arde Madrid, serie en la que interpreta a una de las criadas de la casa de Ava Gardner en Madrid y que también le ha valido el reconocimiento de la crítica. En esa ocasión eligió un diseño acorde al dress code del evento, Spanish Fantasy.
Un vestido de estética flapper con flecos de colores en verde, amarillo, blanco, negro y rosa. Un diseño firmado por Ana Locking, que la actriz combinó con unas sandalias metalizadas, unos maxipendientes con forma de rosa y una flor amarilla a modo de pasador de pelo. La moda española se repite en su vestidor, no solo en los vestidos de alfombra roja, también en los complementos, con firmas de joyas como Yanes o Suarez y zapatos de Úrsula Mascaró. En sus conjuntos más informales, como el que eligió para la fiesta de nominados a los premios Goya de este año, se refleja su gusto por las prendas cómodas, de aire desenfadado pero sujetas a las tendencias. Una cazadora perfecto de cuero, un body de Balmain y un pantalón negro de vestir se convirtió en un combo ganador para evitar un look demasiado básico pero tampoco elaborado en exceso.
Haciendo un análisis de sus conjuntos más llamativos de los últimos meses, no sería de extrañar verla en el Palacio de Congresos y Exposiciones FIBES de Sevilla -lugar donde tendrá lugar la 33º edición de los premios Goya- con un conjunto que reflejará algunas de sus fórmulas de estilo más repetidas: diseños de siluetas clásicas, con escotes inusuales en la espalda o aberturas cut out (como las del diseño del libanés Georges Hobeika de la imagen inferior), en tonalidades neutras y con algún guiño a las tendencias del momento. Aunque, quién sabe, podría sorprender y recoger su segundo Goya, en caso de ser ganadora, con un traje de chaqueta y pantalón.