Meghan Markle rompe su regla sobre no llevar vestidos de Victoria Beckham

A la hora de elegir un estilismo los expertos en moda aconsejan que vayamos más allá de las tendencias y busquemos prendas con las que nos sintamos cómodos. Diseños que, además de reflejar nuestra manera de ser, favorezcan la silueta de quien los lleva. Así, una chica bajita que quiera alargar su figura, optará por prendas de largo mini, escotes en 'V' y diseños que busquen la verticalidad. Es probable que recuerdes que, en este sentido, Meghan Markle aseguró, en una entrevista concedida en 2017 a una revista femenina, que nunca llevaría diseños de Victoria Beckham. No es que no le gusten las prendas de la británica, todo lo contrario, la duquesa de Sussex aseguraba en aquel momento que, aunque le encantaban sus vestidos, consideraba que no tenía el torso lo suficientemente largo como para soportar ese tipo de silueta. Sin embargo, hace solo unos días, sorprendía al lucir un diseño firmado por Victoria.

El pasado 25 de diciembre, el día de Navidad, los príncipes Guillermo y Harry y sus esposas aparecían juntos en público con motivo de la tradicional misa de Navidad a la que acude la familia Real al completo cada año. Ataviadas con diseños similares -dos total looks terminados con abrigos de corte clásico- la duquesa de Cambridge y la de Sussex eligieron el rojo oscuro y el azul marino respectivamente. Pero sin duda lo más llamativo fue que Meghan apostara por un conjunto creado por Victoria. Aunque la diseñadora acudió a la Boda Real, convirtiéndose en una de las mejor vestidas, es significativo que, tras aquellas declaraciones, se haya decantado por un modelo de su firma. Sin embargo, la evolución que ha sufrido el estilo de Meghan desde su enlace, y su reciente embarazo, podrían ser la clave.

Hace ya varios meses que la duquesa de Sussex ha hecho gala de un estilo sencillo y sobrio. Ese que ella misma definió en su antiguo blog como bobret y que no es sino un término inventado que fusiona la estética parisina conocida como bobo y el estilo bretón que defendía Audrey Hepburn en la película de 1957 Funny Face. En su vestidor los diseños de tonalidades lisas, casi siempre en colores oscuros, se mezclan con faldas de silueta lápiz, vestidos sueltos o ajustados ligeramente en la zona de la cintura. Sin embargo, desde que se anunció su embarazo, Meghan se ha vuelto algo más atrevida. En la pasada edición de los Fashion Awards, sorprendió con un diseño asimétrico de terciopelo de Givenchy que enmarcaba sus nuevas curvas. Durante la visita a la residencia para artistas en dificultades que financia la organización benéfica británica Royal Variety, Meghan dejó claro que, como tantas otras futuras madres, todavía no necesita utilizar ropa premamá y eligió un vestido estampado, muy veraniego.

Ahora, opta por un modelo de la diseñadora británica, ajustado y midi, con el que favorece su figura y presume de embarazo. Con él demuestra que en realidad sí estaba preparada para lucir los vestidos de Victoria y que le sientan especialmente bien -sobre todo con su nueva figura-. También, que las propuestas de la diseñadora han experimentado una ligera variación en los últimos tiempos. Victoria ha modificado sus siluetas al apostar por prendas más fáciles de llevar que las que formaban parte de sus colecciones hace solo algunos años, y que se adaptan con mayor facilidad a la figura femenina. Su máxima es favorecer el cuerpo de la mujer y para ello explora nuevos patrones y estampados con los que todas sus seguidoras se sientan cómodas. Un ejemplo son aquellas prendas de las que te hablamos hace algunas semanas, creadas con un nuevo animal print -el de vaca- especialmente pensado para afinar la cintura, estilizar la silueta o equilibrar los hombros mientras abraza, sutilmente, las curvas. El vestido que luce Meghan, aunque liso, busca el mismo efecto: potenciar la figura.