Riccardo Tisci reinventó, en su primer desfile como director creativo de Burberry, la riñonera. Redujo su tamaño hasta crear un complemento que cabía en la palma de la mano y que Kendall Jenner defendió con estilo sobre la pasarela. El relevo del bolso de perlas, ese que tantas firmas como Zara, Bershka e incluso Les Fleurs Studio han versionado, llegó desde Manhattan de la mano de Susan Alexandra, que logró sacarles el máximo partido al crear dibujos y combinaciones sorprendentes con las cuentas que componen sus diseños. Pero quizá el próximo bolso de tendencia, ese que en los meses de primavera puede convertirse en viral o al menos inspirar modelos similares, no pertenece a ninguna firma de moda. Tampoco de accesorios, sino a una de decoración.
Si algo tienen de especial las nórdicas es que son capaces de anticiparse a lo que llevaremos en los próximos meses. No tienen miedo a la hora de utilizar combinaciones arriesgadas, en las que las tonalidades llamativas o los estampados se mezclan para dar como resultado estilismos únicos. Por eso no sorprende que haya sido precisamente una de ellas, la influencer Linn Eklund, la que ha elegido un bolso de Ikea para culminar uno de sus últimos looks. La sueca, que se encarga de coordinar una tienda-laboratorio de decoración, en la que es posible acercarse a elementos de edición limitada y arte, no dudó en llevar un abrigo de cuadros de Balenciaga y unos pantalones estampados de Chloé con este accesorio. Se trata en realidad de una cesta de picnic de la colección Sommar 2017 de la firma. Por eso, localizarla en su tienda online puede ser complicado, pero algunos portales como Amazon todavía disponen de este modelo por precios que oscilan entre los 20 y los 30 dólares (unos 17-26 euros aproximadamente).
Pero esta no es, ni mucho menos, la primera vez que Ikea se cuela en el mundo de la moda. El pasado mes de mayo la firma prestó algunos de sus textiles al famoso sastre William Hunt para que confeccionara con ellos una pequeña colección de edición limitada que, aunque no fue puesta a la venta, se podía conseguir a través de un concurso en su página web. Muy sonado fue también aquel diseño de Balenciaga que recordaba a la clásica bolsa azul de rafia de la firma. Un accesorio que no tardó en convertirse viral y en despertar el ingenio de muchos, que eligieron el modelo original para completar sus looks. Incluso desde Ikea llegaron a responder con humor, dando instrucciones para identificar la autenticidad de las que ellos tienen en todas sus tiendas.