Parece que los problemas no terminan para Kendall Jenner. Después de empezar el año enfrentándose a los haters que se burlan de sus brotes de acné, decir abiertamente que no quiere ser como el resto de mujeres del clan Kardashian y más recientemente poner en su contra a sus compañeras de profesión por criticar la frecuencia con la que desfilan en las pasarelas, ahora la modelo ha decidido denunciar a través de las redes a un medio estadounidense por revelar la dirección exacta de su residencia y exponerla al acoso de los fans.
Contrariamente al resto de sus hermanas mayores, amantes de colgar todos los detalles de su vida privada en las redes, Kendall Jenner es muy celosa de todo lo que rodea su intimidad. Por eso, esta semana, la modelo de 22 años ha publicado varios tuits en los que critica duramente a los paparazzi y a un medio estadounidense por revelar la dirección exacta de su casa, sin su autorización. "¿Y cómo pensáis vosotros que estas personas aterradoras [los acosadores] saben dónde está mi casa? Porque no solo publicas fotos sino mi ubicación. Es tan inseguro. ¿No es esta la única pizca de privacidad que podemos tener?", denunciaba la modelo en sus redes sociales.
Esta situación ha generado gran angustia en la joven ya que no sería la primera vez que un fan entra en su vivienda para acercarse a ella. "Cuando dais la ubicación exacta de donde vivo, estáis arriesgando mi vida. Tu hogar es tu refugio seguro (...). Deberías avergonzaros de vosotros mismos", añadía ésta. De hecho, pocas horas después de conocerse el lugar exacto donde reside, la policía tuvo que arrestar a un intruso en su propiedad. Según informan varios medios estadounidenses, el sospechoso de 37 años de edad, que ya tenía una orden de alejamiento por parte de Jenner después de entrar en su casa el pasado mes de julio, fue encontrado en el porche de su vivienda en Los Ángeles.
La modelo se mudó a su nueva residencia en el verano de 2017 precisamente por problemas de inseguridad. ¿El lugar elegido para sentirse a salvo? Una mansión de 7.5 millones de euros, cinco dormitorios y seis baños, ubicada en Mulholland Estates y que perteneció antes que ella al actor Charlie Sheen.