Desde que Meghan Markle se convirtiera, hace casi un año, en la prometida del príncipe Harry, ninguna de las prendas que ha llevado en los diferentes actos a los que ha acudido ha pasado desapercibida a ojos de sus incondicionales; un seguimiento diario que también ha afectado a sus complementos. ¿Entre las piezas que más repercusión han tenido? Su bolso de mimbre de J.Crew, los pendientes asequibles de BaubleBar o las gafas de sol de Finlay & CO. Accesorios que rápidamente se han convertido en éxito de ventas para las afortunadas marcas. Sin embargo, entre las diferentes piezas que tiene en Nottingham Cottage, su lugar de residencia, existe una muy especial que, según explicó ella misma durante una entrevista, heredará dentro de unos años su bebé.
Si durante este 2018 Meghan Markle ha sido el foco de atención en cada una de sus salidas públicas, junto al resto de miembros de la casa real británica, al anunciar su embarazo, la exactriz lo será con mayor motivo. Y es que, tras revelar que el príncipe Harry y ella darán la bienvenida a su primer bebé la próxima primavera, los medios británicos van a prestar especial atención a la evolución de su característico estilo bobret. Tanto es así que marcas de ropa premamá ya se frotan las manos al apuntarse al 'efecto Meghan Markle'. Aunque todavía es pronto para saber cuál será el sexo del bebé, de ser una niña, la Duquesa de Sussex ya tiene claro cuál será el regalo más especial que le puede hacer: su reloj Tank Française, de Cartier.
En 2015, Meghan Markle reveló durante una entrevista concedida a la revista HELLO! los planes que tenía para su reloj. "Siempre había deseado el Tank Française de Cartier. Cuando me enteré de que rodaríamos una tercera temporada de Suits, tiré la casa por la ventana y me lo compré", confesó la exactriz. Al tratarse de un regalo tan importante (3.150 euros), la esposa del príncipe Harry decidió grabar en el interior el siguiente mensaje: De M.M (Meghan Markle) Para M.M (Meghan Markle). "Planeo dárselo a mi hija un día. Eso es lo que hace que las piezas sean especiales, la conexión que tenemos con ellas", añadía ésta. Curiosamente este modelo es el mismo que lució en varias ocasiones la propia Diana de Gales; una coincidencia que demuestra cómo la Duquesa de Sussex comparte el gusto por la elegancia y los grandes clásicos que caracterizó a la madre de su esposo. ¿Entre las demás similitudes? Su predilección por los trajes de chaqueta masculinos, las blusas básicas blancas, los vestidos negros o el estampado tartán.