Desde que se casó con el príncipe Harry, Meghan Markle se ha convertido en un referente en el mundo de la moda. Tal vez por eso fue nominada hace unos meses en la categoría de icono de estilo en los premios Teen Choice Awards y, hace apenas unas semanas, la revista People la eligió como la mejor vestida de 2018. Antes de convertirse en duquesa de Sussex, Meghan ya mostraba interés por la moda. En su blog The Tig, un espacio que fue cerrado poco después de que se anunciara su compromiso, ya definió su estilo. Ella lo catalogó como bobret -una palabra inventada por sí misma- y aseguró que se debía a la fusión de dos términos: la estética parisina conocida como bobo, en auge a comienzos de los 2000, y el estilo breton, representado, según ella misma explicaba, por Audrey Hepburn en la película de 1957 Funny Face. Lo cierto es que, en sus últimas apariciones, Meghan ha ido depurando su estilo, apostando casi siempre por prendas de líneas rectas, cortes sencillos y monocolor. Un ligero cambio en el que muchos expertos aseguran que se deja ver quién es su referente de estilo.
Ni Blake Lively -con la que comparte nominación en los Teen Choice Awards-, ni su cuñada, la duquesa de Cambridge. Según confirmaba el diseñador Dennis Basso, al conocido medio británico Page Six, Meghan trata de emular, siempre que puede, el estilo de la reina Isabel II. Algo que, a su juicio, está consiguiendo, aunque todavía le queda algo de camino por recorrer para alcanzarla. No es la primera vez que un diseñador o un experto en moda ve paralelismos entre sus estilos. El pasado mes de julio, cuando Meghan eligió un vestido amarillo para asistir a la Commonwealth Youth Challenge Reception, se habló mucho sobre el guiño que la duquesa de Sussex había hecho a la Reina al incluir en su guardarropa un diseño de ese tono. No hay que olvidar que los colores llamativos y los total look son sus preferidos.
Algo parecido sucede con sus bolsos. Seguro que te has fijado que la monarca suele lucir un modelo similar -en diferentes colores, claro está- en todas sus apariciones. Una idea que ha copiado Meghan que, tras su enlace, suele elegir clutch pequeños, estructurales, de tonalidades oscuras y metálicas. Diseños muy similares al que eligió para su primer acto junto a la reina Isabel II. Los zapatos también merecen un capítulo aparte. Es cierto que existen algunas normas protocolarias que impiden que las mujeres de la Familia Real Británica lleven calzado abierto a los actos oficiales a los que acudan. Sin embargo, no hay normas escritas sobre, por ejemplo, las cuñas. La duquesa de Cambridge prefiere reservar estos diseños para cuando la Reina no está presente y Meghan parece haberlos descartado de su zapatero. En su lugar, casi siempre apuesta por zapatos de tacón alto que, en la medida de lo posible, sean cómodos.
En lo que quizá más se diferencia el estilo de ambas, al menos de momento, es en la elección de los tocados. Desde hace muchos años la Reina tiene claro que los sombreros son el broche perfecto para cualquier estilismo. Meghan, en su lugar, prefiere tocados. Aunque, quién sabe, tal vez no dentro de mucho veamos a la duquesa de Sussex luciendo alguno.
Sorprenda o no, lo cierto es que la reina Isabel II se ha convertido en el referente de estilo no solo de Meghan, sino también de algunos diseñadores que se han inspirado en sus estilismos. Uno de los últimos en hacerlo ha sido Rodarte que eligió para proteger a sus modelos en esta edición de New York Fashion Week, paraguas transparentes y en forma de jaula, muy similares a los que luce la Reina. Además, el truco de la reina Isabel II de combinarlos con sus looks, es algo que también han emulado muchas influencers en los últimos días. O seguro que recuerdas aquellos comentarios que Rihanna compartió en su cuenta de Instagram alabando uno de los trajes de sus trajes de chaqueta, según la cantante, de un color refrescante y primaveral.