El motivo por el que Meghan Markle y la Duquesa de Cambridge nunca visten de este color

Desde que entrara en la Casa Real Británica, primero como prometida del príncipe Harry y más tarde como Duquesa de Sussex, Meghan Markle ha dejado patente que su estilo bobret es uno de los más inspiradores. No en vano, el 'efecto Meghan' es una realidad que convierte en superventas cada prenda y accesorio que la ex actriz luce. En estos ocho meses desde que se anunciara su compromiso el pasado diciembre, Meghan Markle se ha atrevido con prendas poco habituales en los armarios de las royals. Tops que dejan los hombros al descubierto (un corte ya rebautizado como 'escote Meghan'), vestidos cortos, trajes de pantalón o ajustados diseños en amarillo han protagonizado algunos de sus mejores looks. Sin embargo, en esta apertura del estilo de la realeza que Meghan está consiguiendo, hay un tono que no ha conseguido hacerse hueco y que, curiosamente, tampoco forma parte del vestidor de su cuñada, la Duquesa de Cambridge. Se trata del color naranja, y hay un práctico motivo por el que las duquesas inglesas podrían estar evitándolo.

Las hemos con looks en verde, azul, rosa, amarillo, negro... pero no en naranja, en ninguna de sus declinaciones. Un detalle que indica que tanto Meghan Markle como Kate Middleton deben de tener algún reparo en utilizar este color. Al contrario de lo que sucede con otras prendas, como los zapatos abiertos que Meghan no volverá a llevar en actos oficiales, la razón no la encontramos en ninguna regla del estrico protocolo inglés: la reina Isabel II, gran amante de los colores más vibrantes, sí ha lucido vestidos en este llamativo tono. Tampoco parece guardar relación con el mensaje no verbal que el naranja transmite, ya que según la psicología del color es sinónimo de características tan positivas como juventud y energía, sino que el motivo por el que las dos duquesas podrían estar evitando el naranja tiene más que ver con el consejo que una estilista daría a una estrella para posar en una alfombra roja.

Y es que, al contrario de lo que sucede con otros tonos alegres como el amarillo o el rojo (el favorito de las invitadas más atractivas), el naranja no favorece frente a la cámara, no queda bien en las fotos. Por eso, ni celebrities ni miembros de la realeza suelen elegirlo para sus eventos públicos, y, en caso de hacerlo (como la reina Letizia con un top de Hugo Boss este mismo verano, o Melania Trump con una falda lápiz de Hervé Pierre el pasado otoño), la preferencia es combinarlo con otras prendas de colores más discretos y nunca llevarlo en versión total look.