Entretiempo, veroño, semanas de transición... Son muchos los nombres con los que se define a esta época del año en que el verano da sus últimos coletazos mientras esperamos la llegada del otoño. Un baile de temperaturas que nos complica el acertar con nuestro estilismo, sobre todo teniendo en cuenta la gran variedad térmica que hay desde que salimos a primera hora de casa hasta que regresamos por la tarde. Para resolver tus dudas de vestuario nada mejor que tomar como referencia el street style de la ciudad que funciona como antesala de los desfiles de septiembre: Estocolmo. Las noruegas, danesas y suecas que ocupan el front row son las mismas que, a pie de calle, nos desvelan los trucos de estilo para conseguir un vestuario de transición tan estiloso como cómodo e imprevisible.
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Colegiala 3.0
La estética collegue sigue patente entre las novedades otoñales una temporada más. Los jerséis de escote en pico con detalles de escudos y los pichis abotonados son la forma más sencilla de dejarse atrapar por la tendencia. Una fórmula de entretiempo fácil de emular (basta con combinar el vestido con una camisa de manga larga debajo, como apuesta la estilista Emili Sindlev) y a la que podrás recurrir durante todo el año, sustituyendo la camisa por un jersey en los meses de invierno y añadiendo medias a tu vestuario.
Look coordinado
Combinar tus prendas con los accesorios adquiere un significado mucho más literal esta temporada. Los conjuntos coordinados destacan en las apariciones del street style, donde los bolsos estampados se mimetizan con pantalones o vestidos con el mismo print. Aunque los cuadros son el detalle que más se repite, no es el único, el estampado acuarela, las rayas tanto verticales como horizontales y, sobre todo, el animal print, desplazarán los estilismos monocromáticos de nuestros armarios.
A los hombros
¿Cuántas veces has pensado que llevar el jersey sobre los hombros era el detalle menos cool que alguien podía dar a su vestuario? Puede que esta temporada cambies de opinión porque las expertas en moda más influyentes, como la italiana Giovanna Battaglia han recuperado esta forma de llevar el jersey para darle un aire diferente a los estilismos menos elaborados y, de paso, cubrirse los hombros cuando las temperaturas comiencen a descender. Lo mejor de todo es que no necesitarás hacer una gran inversión para sumarte a esta moda, basta con hacerte con uno de tus jerséis más amplios y anudarlo de forma casual a tu cuello.
Vestido mini y botines
Esta combinación abanderada en sus inicios por las representantes más célebres del estilo boho (hola, Sienna Miller), ha evolucionado a lo largo de los años adaptándose a las tendencias de cada momento. Este otoño, los vestidos de mangas abullonadas (también conocidas como puff) en versión mini serán la prenda perfecta con la que combinar tus botines otoñales antes de que las temperaturas te exijan recurrir a las medias. Zara ya incluyó en su colección prefall una propuesta de estas características en color chocolate que promete convertirse en el nuevo éxito viral del gigante del fast fashion.
El (otro) mono de trabajo
El boiler suit, el mono de pantalón largo que se asemeja a un uniforme de trabajo, campó a sus anchas la temporada pasada en las ciudades de la moda más prestigiosas, donde sus asistentes se rendieron a estos cómodos diseños. Si no sucumbiste a la tendencia, este otoño te costará resistirte porque los monos tipo boiler suit han adquirido nuevos y sofisticados detalles, como los cinturones que ensalzan las curvas femeninas y que hacen de esta prenda una de las propuestas idóneas para el entretiempo.
Un dúo atemporal
Este verano modelos como Elsa Hosk o Emily Ratajkowski han encontrado en el combo vestido mini y zapatillas su fórmula de vestuario más favorecedora. Con el fin de la estación más calurosa, la tendencia continúa adaptada a la nueva temporada. Las sneakers se mantienen (aunque en sus versiones más actuales) y los vestidos se alargan más allá de los tobillos, destacando las propuestas de líneas rectas, fluidas y con estampados.