La sobriedad de los estilismos monocromáticos desaparece este otoño siendo los conjuntos neón (convertidos en tendencia gracias a Kim Kardashian o Blake Lively) la única propuesta que destaca entre los diseños lisos. En su lugar, la combinación ilimitada de estampados ha logrado hacerse un sitio en los armarios de estilistas, editoras de moda y expertas de la industria que han sucumbido a una tendencia que ya vimos en la pasarela y que, poco a poco, se ha consolidado como el leit motiv estilístico del street style de ciudades como Oslo o Copenhague. La tendencia 50/50 define a esas prendas confeccionadas con diferentes materiales, colores o estampados en la misma pieza y que encuentran su antecedente en las transgresoras creaciones de Vetements, la firma experta en crear éxitos virales. Aunque a simple vista puede parecer difícil de llevar, basta con analizar los trucos de estilo de las alumnas más aplicadas de la industria para comprobar que resulta más sencillo de lo que imaginas.
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Clásicos modernos
Una de las características que mejor define la tendencia 50/50 es su capacidad para transformar por completo las prendas más clásicas dotándolas de un aire actual, alejado de la sencillez pero sin ser excesivamente transgresor. En el caso de la gabardina beige más atemporal, son suficientes unos detalles de color (a ser posible una tonalidad que contraste con el tejido original) para obtener una prenda de tendencia que seguirás pudiendo combinar con la totalidad de tu armario. Uno de los trucos de estilo vistos en Copenhague pasa por combinar estas piezas con accesorios en clave bicolor, manteniendo la dualidad cromática.
Triple mezcla
Sobre la pasarela firmas como Prada construyen su colección para este otoño invierno a partir de mezclas de estampados, colores y tejidos a simple vista contrapuestos. Diseños que mantienen siluetas tradicionales pero a los que rodea un halo de modernidad marcado por el mix de tonalidades, de tejidos como el PVC y las telas vaporosas o estampados que, aun siguiendo la mimsa línea cromática, difieren totalmente entre sí.
Juego de intesidades
Marc Jacobs subió a la pasarela de su última colección dos versiones diferenciadas de la misma tendencia. Por un lado, los conjuntos que se basan en el enfrentamiento cromático tanto en una misma prenda como en el estilismo completo (azul cielo frente a negro o magenta y verde agua). Por otro, la moda 50/50 más versátil: jugar con los complementos (en este caso un pañuelo que cae de la cintura) para añadir el contraste de color a partir de un solo gesto.
Bicolor
Monse es otra de las firmas que ha encontrado en la combinación de tejidos, colores y estampados una de sus señas de identidad, junto con las prendas de corte asimétrico. La modelo sueca Elsa Hosk demuestra que los pantalones bicolor de la marca pueden funcionar tan bien como unos vaqueros y cuentan además con la ventaja de que, sin ser un básico, resultan igual de cómodos y fáciles de llevar, siempre y cuando no te dé miedo arriesgar con nuevas mezclas. Si buscas la versión menos llamativa de la tendencia basta con recurrir a una prenda lisa y neutra (en este caso, el top negro) para completar el estilismo sin preocuparte de que resulte demasiado sobrecargado.
Multiplicar estampados
Si el año pasado fueron los looks monocolor los protagonistas de muchas de las apariciones más comentadas del street style, este otoño su presencia se ha visto eclipsada por la mezcla de estampados. Flores y animal print, detalles vintage con lunares, cuadros con rayas... todo vale. Y una de las formas más fáciles de experimentar con este mix pasa por elegir diseños que ya cuentan con esta mezlca en la propia prenda (como esta falda midi de rayas en blanco y negro) y que, al combinarse con otra propuesta estampada, multiplicarán la amalgama de prints.
Alternativa a la camisa blanca
La camisa de Prada que combinaba rayas verticales, formas geométricas y llamas de fuego en la misma prenda ha sido uno de los grandes éxitos del verano y ha encontrado su equivalente sutil en las camisas femeninas, ligeras y de aspecto primaveral que comienzan a verse en muchos conjuntos. Una de las opciones menos extravagantes y fáciles de incorporar a casi cualquier estilo y vestidor. Con vaqueros, con mallas de ciclista, con pantalones fluidos, bajo un vestido...
Doble camisa
Enfrentar en la misma prenda dos estilos diferentes también forma parte de las piezas 50/50, una tendencia que las nórdicas han adelantado como uno de los hits de estilo del otoño. Por ejemplo, con una camisa de manga corta que se alarga del codo hasta la muñeca con unas mangas anchas más propias de un vestido playero de las amantes de la estética boho. Otra forma de sucumbir a la tendencia, aprobada por las que más saben de moda (o al menos, las que más arriesgan a la hora de vestir), consiste en lucir una camiseta de manga larga y encima añadir una de manga corta, un gesto que muchas recordarán de su adolescencia más grunge.