Basta un vistazo al perfil de Instagram de Sara Carbonero -en el que roza los 2 millones de seguidores- para entender el secreto de su éxito digital. La periodista se unió a la redes sociales bastante más tarde que el resto de celebrities, pero eso no le impidió coger carrerilla y posicionarse como una de las españolas con más followers del momento. Sara ha encontrado en ellas una manera perfecta de plasmar su día a día a través de fotografías y vídeos de lo más inspiradores. Gracias a su cuenta hemos conocido detalles de su vida privada -como que su marido, Iker Casillas, adora su caracterísitica larga melena- pero también muchos consejos de moda y nuevas tendencias. De esta manera, hemos descubierto recientemente cuál es el bañador que mejor sienta si tienes mucho pecho, el vestido de Zara que no debe faltar en tu maleta de verano y el look perfecto para recorrer la ciudad sin pasar calor, todo plasmado a través de instantáneas que en muchas ocasiones toma su marido Iker Casillas. Sin embargo, la última imagen que Sara ha colgado está hecha por otro fotógrafo que, a pesar de su corta edad, cada vez tiene más importancia en el perfil de la presentadora.
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La toledana ya ha finalizado sus vacaciones y se encuentra de nuevo junto a su familia en Oporto, donde reside desde hace tres años debido al contrato de Iker con el equipo de fútbol más importante de la ciudad portuguesa. La pareja y sus dos hijos aprovechan los días libres para hacer planes diferentes, como ir a la playa o al parque, y Sara no duda en contarlo a través de su Instagram. Muestra de ello es la imagen que compartió ayer en una de las múltiples zonas verdes que hay en la segunda capital de Portugal, en la que aparece posando con un conjunto perfecto para los días de verano, protagonizado por un vestido blanco largo de tirantes estampado con pequeñas flores rosas de la marca española Brownie al que ha sumado unas cuñas negras que alargan su figura. Sin embargo, a pesar de lo estiloso que es el look, no ha sido lo que más ha llamado la atención de la publicación, sino que lo revelador estaba incluido en la descripción. "Feliz Sábado #pequeñofotógrafoapuntandomaneras #vivanlosparques #mamádedragones #Porto #slowlife" escribía Sara, desvelando que el responsable de retratarla había sido, esta vez, su hijo Martín.
No es la primera vez que el primogénito de Iker y Sara coge una cámara, ya que, a pesar de sus 4 años es muy aficionado a la fotografía. De hecho, las navidades pasadas les pidió a los Reyes Magos una Polaroid que se convirtió en su regalo favorito y que no dudó en estrenar ese mismo día inmortalizando a sus padres, su hermano Lucas y sus juguetes. También fue el encargado de hacerle fotos a su madre el día de su 34 cumpleaños el pasado febrero, tal y como explicó ella misma, dejando constancia de que el trabajo de Martín apunta maneras pese a su juventud. ¿Seguirá el pequeño los pasos de Brooklyn Beckham, hijo del que fuera compañero de equipo de su padre Iker, y se decantará por dedicarse este área a nivel profesional? Aún queda mucho para tener que tomar esa decisión, pero seguro que mientras tanto nos sigue dejando muestras de su talento a través de los perfiles de sus progenitores.
