Santa Monica (California) ha sido el lugar de celebración de los MTV Movie&TV Awards que este año contaron con la presencia de reclamos tan mediáticos como Kim Kardashian, que acudió en compañía de su madre Kris Jenner. Los protagonistas de la exitosa serie Stranger Things (con la ausencia notable de Millie Bobby Brown) tampoco se quisieron perder el evento, en el que también vimos a Nick Jonas, Olivia Munn o la actriz de Por 13 razones Katherine Langford (con un conjunto creado por la estilista favorita de Netflix). Sin embargo, el nombre que más atención acaparó en su aparición sobre la alfombra roja fue el de Zendaya. O, más concretamente, el vestido de Zendaya. La actriz, cantante y exniña Disney ha demostrado a base de estilismos transgresores ser una de esos iconos de estilo no aptos para todos los públicos que prefiere arriesgar (y acertar en la mayoría de las veces), que limitarse a lo seguro. Y en esta última aparición, no ha defraudado.
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Vestida con un diseño de la firma August Getty de cuero marrón, Zendaya -con un look creado por el estilista Law Roach-, ha vuelto a elegir una propuesta poco convencional que, tal y como refleja el nombre del vestido, Teacup Dress -taza de té- nos recuerda a una taza de té invertida o a esos extravagantes vestidos que se lucía en la corte de Luis XVI y que necesitaban armarse con estructuras internas. La versión de la generación Z es mucho más cómoda y favorecedora y aunque no incluye grandes detalles más allá de su orginal forma, ha logrado eclipsar incluso a Kim Kardashian. La empresaria eligió la sencillez para esta ocasión, en la que optó por un cojunto formado por un crop top y una falda larga metalizada firmado por Versace. El punto discordante lo logró con el peinado: un recogido de trenzas que recibió algunas críticas de apropiación cultural (ataques que ya sufrió la socialité hace unos meses al lucir el mismo peinado).
El color marrón del vestido de Zendaya confirma el gusto de la actriz de Spider Man: Homecoming por esta tonalidad, que ya lució en la pasada gala de los Premios Oscar, vestida en esa ocasión por Giambattista Valli. Una firma con décadas de historia que contrasta con la última elección de la intéprete, una diseñadora afincada en Los Ángeles que con apenas 23 años de edad ha logrado vestir a celebridades como Jennifer Lopez, Hailey Baldwin, Khloe Kardashian o Miley Cyrus, entre muchas otras clientas.
