Las Kardashian cierran sus tiendas de ropa después de 12 años

Kim comunica en su página web que las hermanas han decidido poner fin a DASH

Por Regina Navarro

Todo lo que tocan las mujeres del clan Kardashian triunfa. Si la línea de maquillaje de Kim se ha convertido en un básico para todas las seguidoras de contouring, la colaboración con su maquillador, Mario Dedivanovic, ha vuelto a poner de moda las sombras de ojos azules. Algo similar a lo que ha sucedido con Kylie Jenner, que parece haber heredado el gen empresarial, y en apenas dieciocho meses ha alcanzado una facturación de 354 millones de euros con Kylie cosmetics y ha llegado a agotar algunos de sus productos en menos de 24 horas. Logros a los que hay que sumarles la firma de moda de Khloé Kardashian o la próxima colaboración para la firma de cosméticos de Kylie con su tía Kourtney. Y aunque convertirse en una familia de éxito no ha sido tan sencillo como parecía, ahora llega su primer revés empresarial: 12 años después de su apertura, Kim Kardashian anuncia que las hermanas han decidido cerrar las puertas en todas sus tiendas de ropa DASH.

Es probable que si no has seguido muy de cerca la vida de esta familia no tengas claro qué es exactamente DASH. Se trata de una serie de boutiques que las hermanas lanzaron antes de alcanzar la fama que tienen ahora y en las que vendían merchandising de la marca Kardashian, así como otras líneas de calzado, ropa y accesorios que encaja con su estilo. Contaban con sedes en Los Ángeles, Miami o Nueva York y, aunque esta última cerró en 2016, el resto se habían mantenido abiertas y con un buen funcionamiento. Tal vez por eso ha sorprendido el cierre que Kim anunciaba en su web.

Sin embrago, el motivo no es que el negocio funcione, sino que cada una tiene ya sus propios compromisos. "Nos encanta dirigir DASH, pero en los últimos años, todos hemos crecido mucho individualmente. Hemos estado ocupadas creando nuestras propias marcas, además de ser mamás y equilibrar el trabajo con nuestras familias. Sabemos en nuestros corazones que es hora de seguir adelante", aseguraba Kim, que se ha convertido en la portavoz de la familia.

Una justificación que muchos han puesto en duda porque estas tiendas fueron, en realidad, un punto de discusión para las hermanas que en más de una ocasión debatieron en Keeping Up With The Kardashians si merecía o no tener las puertas abiertas y si tenían la libertad suficiente como para dirigir el negocio a su gusto. También han tenido que lidiar con más de un robo e incluso, en una ocasión, los empleados fueron retenidos a punta de pistola. Aunque todavía no se sabe la fecha exacta del cierre lo cierto es que el clan pone fin a su primer negocio.

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