Según un estudio publicado hace unos meses por Vente Privee, en el que se analizaban los hábitos de consumo de las mujeres al ir de compras, se reflejaba que las menores de 30 años se fijan primero en el precio, seguido de la comodidad y la calidad y se apuntaba que casi la cuarta parte destinaba más de 100 euros al mes a comprarse ropa. Sin embargo, muchas veces las nuevas adquisiciones que van destinadas a completar nuestro armario no nos ayudan a mejorar nuestro estilismo. Dejarnos llevar por las tendencias, elegir tejidos más asequibles pero perjudiciales para nuestra piel o no tener claro por ejemplo qué vaqueros son los que más favorecerán a nuestra silueta son algunos de los errores más habituales a la hora de hacernos con lo último en llegar a las tiendas. Y si bien la regla general de la moda es que no hay reglas, nunca está de más saber cómo optimizar nuestro vestidor y mejorar nuestro vestuario. Así podrás solventar los aspectos negativos de tu día de shopping.
Evita tejidos poco transpirables
La licra, el nylon o el poliéster son algunas de las fibras sintéticas más habituales en la composición de muchas prendas de las colecciones de las tiendas del fast fashion. Estas telas evitan que la piel transpire y no absorben la humedad con facilidad, pudiendo llegar a provocar picores en la piel. Lo mejor es recurrir al algodón, el lino, la seda, la lana o el cuero.
Apuesta por la practicidad
Puede sonar aburrido pero al final las prendas más versátiles son las más prácticas y a las que mayor uso daremos. Tener un nutrido fondo de armario es la máxima de cualquier experta en moda ya que a partir de estas piezas sencillas lograrás crear looks más sofisticados y elaborados. De nada sirve que inviertas en un abrigo imposible que pasará la mayor parte del tiempo guardado en tu armario o en unos pantalones que, aunque no te convencen del todo, están a buen precio. Sé pragmática y ten en cuenta que las prendas más prácticas son las que te salvarán en cualquier situación.
Recurre a complementos solo cuando sea necesario
Los accesorios son uno de los productos que más atención reciben cuando vamos de compras. De hecho, según los últimos datos recogidos por la web especializada Digital Marketing Outlook, las gafas de sol son el complemento que más compramos vía online. Y aunque por lo general pueden salvarnos en más de una ocasión, también pueden arruinar nuestro look si no encontramos el equilibrio. A la hora de hacerte con un nuevo bolso o par de zapatos ten en cuenta con cuántas prendas de tu vestidor lo podrás combinar y evita incluirlos a toda costa en estilismos que no requieren grandes detalles.
No te dejes llevar por las tendencias
La industria de la moda produce tendencias a una velocidad cada vez más acelerada y con una duración cada vez menor. Aunque si te apetece hacerte con alguna pieza de temporada deberías darte el capricho, a veces no seguir la regla del menos es más puede dar lugar a mezclas imposibles que impiden lucir cada tendencia con estilo y personalidad.
En este sentido, cada persona es libre de lucir la prenda que quiera sin importar los centímetros que mida o los kilos que pese. Sin embargo, teniendo en cuenta la forma de nuestro cuerpo, siempre habrá diseños que nos favorezcan más que otros. Por ejemplo, a las chicas bajitas siempre les sentará mejor un vaquero palazzo (con el bajo por encima del tobillo) que uno con el tiro demasiado bajo. O a las personas con mucho pecho, los escotes en V o redondeados, evitando el complicado palabra de honor. Por ello, a la hora de ir de compras no deberíamos dejarnos guiar por la primera impresión sino dedicar un tiempo a probarnos la prenda en cuestión, algo que no siempre hacemos