Las rayas marineras, los estampados florales y las combinaciones que mezclan el azul con el blanco son típicas de los meses de buen tiempo. Diseños que, a fuerza de aparecer año tras año, se han ganado el papel de básicos y atemporales. Sin embargo, también aparecen piezas más arriesgadas y llamativas que no pretenden permanecer sino poner ese toque de color y alegría a las estaciones cálidas. Ya te comentamos que con la llegada del buen tiempo el aguacate o los plátanos abandonaban la despensa para convertirse en los print más buscados. Algo parecido ha sucedido con las langostas que dejan el agua para protagonizar los accesorios más divertidos de la temporada y robar el protagonismo a los flamencos.
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Alex Stedman, editora del blog The Frugality, ha sido una de las primeras en sumarse a esta tendencia que ha encontrado en los zapatos su mejor representación. La influencer ha elegido unos mules de la firma británica Kurt Geiger. Un modelo que está disponible en la página web en amarillo, beige y estampado con flores por un precio de 150 euros. Guardan cierta similitud con algunas de las propuestas de la marca española Calita Loafers, que estampa en la mayoría de sus diseños iconos que se pueden encontrar en aplicaciones como Whatsapp.
Langostas son también los animales que decoran el tacón de las sandalias que Leandra M. Cohen luce en su cuenta de Instagram. Un diseño pertenece a la última colección de MR by Man Repeller y estará a la venta solo en Martha Louisa. Al subir la imagen la fundadora del famoso blog bromeaba diciendo que más valía pagar un precio elevado por unos zapatos como esos que por una mariscada y que, a fin de cuentas, la langosta se obtenía de igual forma.
La diseñadora Kate Spada ha dejado volar su imaginación y ha transformado a este crustáceo en bolso. Literalmente. Ha propuesto para sus fans una bandolera de cuero rojo (392 euros) en la que, asegura, cabe todo lo necesario para pasar un buen día de primavera. Si a ti también te gustan las langostas seguro que sabes que Zara la estampó en una de sus camisetas y que el modelo, que tenía un precio de 12,95 euros, ya está agotado.
Aunque la relación de estos animales con el mundo de la moda parece algo novedoso, en realidad viene de lejos. No debemos olvidar que esta especie, que Dalí empezó a introducir en su obra en 1934, llenó aquel vestido de organdí blanco, diseñado por Elsa Schiaparelli, con el que Cecil Beaton inmortalizó a Wallis Simpson poco antes de su matrimonio con Eduardo VIII. Un dibujo que sirvió de inspiración al diseñador Avellaneda para confeccionar el esmoquin que Aldo Comas lució en la pasada edición de los Premios Goya.
