Los ochenta y los noventa se han convertido en las dos décadas hacia las que no deja de mirar la moda. Ya te contamos que, en cuestión de peinados, los diseñadores han recuperado las diademas de pinchos, las cintas de pelo de cuero e incluso alguno se a atrevido a llenar de volumen las melenas de sus modelos. En la moda ha sucedido algo parecido: las hombreras aparecen cada vez con menos timidez, las siluetas oversize de los 90 quieren quedarse y las botas cowboy reivindican su espacio.
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Aunque la moda ha revisado con cierta frecuencia la estética vaquera -en el sentido más cultural de la palabra-, los diseños con referencias cowboy tuvieron una buena acogida en la década de los ochenta. Con tachuelas, decoraciones en la punta, adornos en el tobillo, de media caña, alta o en versión botín, esta silueta se ha convertido en una de las más utilizadas por los diseñadores. Tanto que llega dispuesta a desbancar a las combat boots, las favoritas del pasado invierno. Eso sí, nada de combinarlas con jeans, tienen un manual de uso reinventado.
La firma Emporio Armani no ha dudado en elegir este calzado en la Semana de la Moda de Milán. Además de optar por diseños con detalles en tonos metalizados, ha combinado las botas con prendas que, hasta ahora, parecían imposibles. Pantalones deportivos, trajes de raya diplomática -pero negro sobre blanco-, conjuntos de tweed de falda y pantalón e incluso vestidos de fiesta han sido algunas de sus combinaciones más arriesgadas.
Más impactante ha sido la propuesta de Philosophy di Lorenzo Serafini. La firma, que ha subido a la pasarela prendas de aires románticos, cuellos victorianos, lazadas y transparencias, ha demostrado que este tipo de calzado se puede llevar con casi todo, solo es cuestión de imaginación, riesgo y actitud para saber lucirlo.
