Camila Cabello es el nuevo ojito derecho de la industria de la música estadounidense, la Selena Gomez de la generación Z. Su apasionado discurso en los Grammy en defensa de los dreamers (la generación de niños inmigrantes que entró a Estados Unidos sin papeles y que ahora que son adultos corren el riesgo de ser deportados bajo la administración Trump), fue viral durante todo el día y casi logró eclipsar el impecable vestido que eligió para la gala.
Se trata de un diseño de Vivienne Westwood Couture en color rojo con fruncido en la zona de la cintura y una cola que caía a lo largo de la alfombra roja. Una opción que supo defender a la perfección y que combinó con pendientes de diamantes de Bulgari y un bolso de mano que emulaba una bola de discoteca, un perfecto guiño en la noche de la música. Sin embargo, lo más destacable del vestido es el escote. Camille dice adiós a los repetitivos escotes palabra de honor y se decanta por la forma corazón, que favorece especialmente su figura.
El amplio escote de efecto rugoso cae por debajo del pecho y su abertura estiliza la silueta de la cantante que con su 1,57 de estatura sabe (o así se lo habrá hecho saber Jennifer Mazur, su estilista) que cualquier recurso estilístico que alargue su cuerpo será favorecedor. Esta forma corazón no precisa más adornos ya que su propia forma llama la altención del look, sin necesidad de collares o gargantillas en el cuello.
Este escote partido lleva tiempo ganando adeptos y otra cara muy conocida de la generación Z nos hizo ver que puede funcionar también en las mujeres altas y muy delgadas. Kaia Gerber abrió el desfile de primavera verano de Saint Laurent con un bonito little black dress con un marcado escote corazón. Este diseño dejaba al descubierto sus hombros y, de nuevo sin necesidad de collares, lograba fijar toda la atención del look en la parte superior, si bien la falda abullonada era en principio la gran protagonista. Con 1,75 metros de altura, Kaia es el ejemplo de que este escote puede funcionar también en siluetas rectas carentes de curvas ya que recoge el pecho de manera natural y lo realza, un efecto contrario al que produce el palabra de honor, que en muchas ocasiones lo aplasta.
En Instagram basta con echar un vistazo en las redes sociales de las jóvenes con mayor repercusión para darse cuenta que sí, el escote corazón está comenzando a formar parte de todo tipo de vestuarios, sea cual sea el estilo, la altura o el tipo de cuerpo. La instagramer Marta Lozano es una de las muchas que lo luce, esta vez con un vestido de cuero y en versión asimétrica.
Una fórmula comodín que logra sacar partido a partes iguales a las siluetas con curvas y menos centímetros y a las figuras más altas y delgadas. Mantenerse atentos a la alfombra roja es la única manera de confirmar si el escote corazón se erigirá en tendencia o será una moda pasajera.