Mini cuadros grises o pata de gallo bicolor, ¿por qué elegir un estampado cuando se pueden tener los dos? Ese puede ser el razonamiento que convenció a la diseñadora Sandra Sandor para incluir un abrigo reversible en la colección de Otoño/invierno 2017-2018 de su firma Nanushka. Y su apuesta ha sido todo un éxito, a juzgar por las muchísimas chicas de todo el mundo que se han hecho con esta distinguible prenda diseñada en Budapest. La propagación de esta pieza no sirve solo para añadir a Nanushka entre las nuevas firmas a seguir de cerca, sino que también anticipa una tendencia que en otro tiempo estaba prohibida en los armarios más admirados y que hoy incluso Victoria Beckham incluye en sus colecciones: la ropa reversible, algo que seguro veremos muy pronto en tiendas como Zara o H&M.
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"Creemos que si una prenda está diseñada bien, será por definición bonita", afirman desde Nanushka en su página web. Funcionalidad por encima de todo, una filosofía de marca que comenzó seduciendo a parisinas como Camille Charriere o Marta Cygan, pero que ha terminado por conquistar Londres, Oslo e incluso Nueva York. En todas esas capitales, el abrigo Éter de Nanushka ha paseado por sus calles, adaptando su estilo al característico de cada lugar. Gracias a sus líneas sencillas y minimalistas, y los tonos neutros de su lado de cuadros gris, el preferido por la mayoría de estas chicas, resulta sencillo combinarlo de diferentes formas. Así es como llevan el abrigo reversible en cada ciudad.
En París, con vaqueros y bandolera
Si bien ninguno de los looks con este abrigo reversible son complicados y la mayoría se formulan con prendas básicas, el estilismo de la actriz francesa Victoria Monfort es posiblemente el más sencillo de copiar. Basta comenzar con unos jeans pitillo y unos botines negros, añadir dos piezas tan parisinas como una camiseta de rayas y un bolso burdeos de Sandro, et voilà.
En Londres, todo al negro
En un reciente viaje a la ciudad del Támesis, la bloguera californiana Megan Adelaide Schaefer hacía su propia interpretación del abrigo húngaro del momento, con un resultado tan londinense como ese río. Sobre un total look negro, Megan añadía algunos de los accesorios que más utiliza esta temporada (una boina y un bolsito con cadena) y unos Dr.Martens, unos zapatos que, a pesar de su origen alemán, los punks de Londres abrazaron como ninguna otra tribu.
En Nueva York, con beanie de punto
Cuello alto y gorro de punto para combartir el frío neoyorquino, y bolso arquitectónico y botines de tacón cómodo para sobrellevar un día de trabajo en la Gran Manzana. La editora Lauren Caruso también se apunta al abrigo de cuadros reversible y lo lleva así en pleno East Village.
En Oslo, con toques de color nórdicos
El estilo europeo más admirado de los últimos tiempos, el nórdico, también puede combinarse con esta prenda estrella, como la compradora de moda Annabel Rosendahl prueba. Piezas lisas y sencillas, algunas de ellas añadiendo un rotundo color al estilismo, y la superposición del abrigo a un blazer son los identificativos de que este look llega desde el Norte de Europa.
En Budapest: la propuesta original
En Instagram se lleva abierto, pero el lookbook de la firma nos recuerda que este abrigo también puede cerrarse, anudando el cinturón ancho que incorpora. Aparte de este detalle, la propuesta de sus estilistas no dista mucho de las anteriores: prendas sencillas y básicas (como un suéter beige y unos vaqueros cigarette) para que el verdadero protagonista del look sea este particular abrigo.
