No hay segunda oportunidad para una primera impresión. La ropa que llevamos dice más de nosotros de lo que creemos y saber vestir adecuadamente a cada situación es fundamental. Por ejemplo para una entrevista de trabajo. Para una ocasión así, hay clásicos que no fallan (una blazer, una camisa blanca...) pero también hay determinadas prendas y/o tendencias que deberías dejar en casa. Te contamos cuáles son.
'Cropped tops'
Aunque su corte los haga más 'amigos' del verano, lo cierto es que también se llevarán mucho este otoño-invierno. Pero NO, no deberías incluirlos en tu look para ir a una entrevista de trabajo. Resérvalos para ocasiones más informales.
Escotes demasiado abiertos
Aunque lucir la lencería a la vista sea uno de los gestos más de moda de la temporada, lo cierto es que no es nada apropiado para una entrevista de trabajo. Evita los escotes demasiado abiertos y déjalos para otro tipo de citas más festivas y que admitan un dress code más sensual. Las transparencias también se incluirían en este grupo.
Tacones de fiesta
Los extremos no son buenos. De la misma manera que no es aconsejable llevar deportivas, tampoco es una buena elegir los tacones más altos de tu zapatero. Los nervios podrían jugarte una mala pasada y hacerte tropezar, lo que desde luego no causará una buena impresión. En su lugar, opta por unos zapatos de tacón medio y cerrados. Eso sí, cuando consigas el trabajo, celébralo con tus stilettos favoritos.
Minifaldas
Aunque te encante llevar minivestidos y minifaldas en tu día a día, lo cierto es que este tipo de prendas no son apropiadas para lucir en una entrevista de trabajo, y tampoco cómodas. Si te sientes más cómoda con las faldas y quieres llevar una, elige piezas con corte a la rodilla o un poco más larga, tipo midi. En cuanto a los materiales, olvida el cuero o los acabados acharolados; y confía en el negro, el azul marino o el gris.
Vaqueros rotos
Los jeansson un imprescindible en nuestro fondo de armario y, desde hace varias temporadas, se reinventan con detalles, bordados o incluso rotos. Esta última es una de las más populares pero lo cierto es que -aunque te encanten- no son la prenda más adecuada para llevar a una entrevista de trabajo. Darás una imagen demasiado informal y es lo último que queremos. Pero si quieres optar por el denim, un modelo oscuro o negro y recto, no demasiado ajustado, podría servir.
Deportivas
Son una de las piezas de calzado más recurrentes a la hora de vestir nuestros pies por su gran versatilidad. Con vaqueros, vestidos... Las deportivas son cómodas, y estilosas (si sabes cómo llevarlas) pero en una entrevista de trabajo deberías prescindir de ellas. No importa que en la oficina el código de vestimenta sea informal, en la entrevista mejor ignorarlas.
Prendas incómodas y apretadas
Las prendas ultraceñidas no tienen cabida en un look para una entrevista de trabajo. Y es que, además de resultar poco apropiadas, no son cómodas. Un ejemplo de lo que te estamos contando es el corsé, una prenda de máxima tendencia esta temporada pero a la que deberás renunciar este tipo de citas. Evita también los acabados metalizados; brilla por otras razones.
Prendas demasiado llamativas
En una entrevista de trabajo lo más llamativo deberían ser tus cualidades para el puesto, no tu look. Las prendas que lleves deben ser discretas. Las tonalidades neutras serán tus mejores aliadas. Y, en cuanto a los accesorios, evita los de tamaño XXL.