Alerta H!FASHION: El vestido de punto es el nuevo 'sexy'

La moda actual continúa mirando hacia los noventa y lo hace recuperando prendas que, de no hacer limpieza de armario de vez en cuando, seguiríamos acumulando en nuestros cajones. Y una de las últimas de sumarse a esta fiebre noventera es el vestido de punto, eso sí, reinventado. Siempre ceñido para marcar nuestras curvas y de largo mini o midi, nunca a la altura de la rodilla. Ah, y si es en color beis, mucho mejor.

La última en sumarse a esta tendencia ha sido Bella Hadid. La modelo eligió un conjunto, formado por un jersey acanalado tipo polo y una falda abotonada a juego, ambos de la firma Alyx, para pasear por las calles de Nueva York. Un look que Hadid combinó con botines negros con cremallera, gafas de sol con cristales tintados en amarillo de la firma Elizabeth and James y un bolso vintage, estilo portafolios, de Dior. El resultado fue un estilismo que, aunque respiraba aires retro, resultaba exquisitamente moderno.

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Lo de mirar hacia el pasado es un ejercicio que ya hicieron Salvatore Ferragamo, Lacoste o Hermès al pensar en sus propuestas para esta temporada de otoño-invierno. Sus pasarelas se inundaron de este tipo de prendas, algo que se extrapola a las tiendas que, en los colores de la temporada, también las cuelgan de todas las perchas. Sin embargo, no siempre es sencillo lucirlo. El vestido de punto puede ser una de esas prendas que te suma años si no la combinas del modo adecuado. Apuesta por modelos que se ciñan a tu cuerpo (al ser un tejido grueso, resulta bastante favorecedor) y llévalos con botas, botines o incluso deportiva para un aire más fresco y juvenil. Si vas a salir a la calle, no olvides las gafas de sol; pueden ser vintage, como las de Bella Hadid, o de inspiración cat eye. Y si refresca, elige siempre cazadoras vaqueras o tipo biker. Busca darle un aire country o rockero.

Otra de sus últimas fans declaradas es Sara Carbonero, que hace solo unos días publicaba esta imagen en su perfil de Instagram. Un sencillo modelo adornado con botones, como el de Bella, pero a diferencia del de la modelo, con escote en V. Un vestido de Zara que, como era de esperar, se agotó en cuestión de horas. Algo que ya es habitual con las elecciones de la presentadora: el efecto Sara.