La alfombra roja ha servido de telón de fondo a grandes historias de amor. ¿Quién no recuerda a Angelina Jolie y Brad Pitt, con sus miradas y gestos cómplices? ¿O a Blake Lively y Ryan Reynolds en el Festival de Cannes de 2014, al más puro estilo Hollywood? Momentos que quedarán para siempre grabados en nuestra retina, como la participación de Kirsten Dunst en esta edición del Festival de Venecia. Una ocasión que la actriz ha aprovechado para posar con una 'pareja' muy especial, uno de sus grandes amores. Pero no esperes besos ni abrazos, el objeto de deseo de Kirsten va más allá y responde al nombre de Rodarte. Un romance que, en este caso, traspasa la red carpet y se sube a la gran pantalla en forma de drama.
La actriz Kirsten Dunst, en la presentación de la película 'Woodshock'
Dicen que no hay nada más sexy que la confianza en una misma, y la actriz lo ha demostrado con este espectacular vestido de lunares que lució en la presentación de Woodshock, la película que ha estrenado en este prestigioso festival de cine. Un diseño firmado por Kate y Laura Mulleavy, hermanas y diseñadoras de Rodarte, que, además también dirigen este film. Algo que ya probó -con suerte- Tom Ford y una oportunidad perfecta para unir moda y cine. El momento que Kirsten esperaba para lucir este vestido de la colección primavera-verano 2018 de la firma. Si no, fíjate en esta publicación de su cuenta de Instagram el pasado mes de julio:
Ahí estaba. Un precioso diseño de tul con volantes y estampado de lunares que la actriz lució en su versión de gala, hasta el suelo. Un vestido lleno de detalles pero sencillo y delicado al mismo tiempo. En rosa pastel, con lunares negros (un ejemplo más del éxito de esta tendencia) y con una flor bordada en la cintura.
Kirsten junto a Kate y Laura Mulleavy, diseñadoras de Rodarte
Y, como no podía ser de otra manera, la protagonista de la película posó con las directoras y artífices de su look. Pero no ha sido el único. Para la presentación diurna del film, Kirsten también lució un diseño de la firma, aunque en este caso cambió el romanticismo de los lunares por el de las flores. Lo que sí repitió fueron las transparencias y las cascadas de volantes, aunque con un vestido en tonos oscuros y con manga larga.
Como complementos para este sofisticado estilismo de día, unos salones con tiras cruzadas sobre el empeine, unas gafas de sol negras y un original bolso de piel inspirado en los capazos. Un romance fashion que, sin duda, nos seguirá enamorando en las próximas semanas.
