Como cada año, el Consejo de diseñadores de moda de América (CFDA) ha premiado a los mejores en una nueva edición de los llamados 'Óscar de la moda'. Un gala que tuvo lugar en el Hammerstein Ballroom de Nueva York y a la que asistieron prestigiosos diseñadores, modelos y otros profesionales de la industria. Un desfile de invitados que, como era de esperar, convirtió la alfombra azul en una auténtica pasarela. La tendencia ganadora, los looks monocolor.
Bella Hadid no podía faltar a este evento y, después de un glorioso paso por Cannes 2017, la modelo volvió a sorprender con un minivestido de inspiración kimono, de Off-White. Un modelo wrap con pronunciados hombros, mangas acampanadas y cinturón XL en fucsia, que combina con un original bolso en rosa palo. Un total look rosa que completa con una melena bob de aire retro con un flequillo tupido. La it-girl también eligió este color para su manicura y sus labios, dejando el resto del rostro 'desnudo'.
La modelo estadounidense Lily Aldridge también apostó por la tendencia ganadora de la noche con un sensual vestido nude repleto de cristales, una creación del diseñador Jason Wu, con quien posa en la imagen superior. Y de un tono suave como el maquillaje, a otro vibrante como el azul eléctrico que teñía el vaporoso vestido de Sara Sampaio. Un modelo plisado con capa superpuesta, de la colección Resort 2018 de J. Mendel, que la portuguesa movió con entusiasmo para los fotógrafos
Y del intenso azul al naranja más encendido del vestido 'trench' de Olivia Palermo, un adelanto de su colección cápsula para Banana Republic, que saldrá a la venta el próximo otoño, aunque este vestido ya se puede encontrar en la web de la firma. Un modelo con off the shoulder, con tirantes spaghetti y detalle de volante, mangas acampanadas y cinturón anudado.
En este arcoiris de colores también se colaron dos clásicos: el blanco y el negro, con looks como los de Adriana Lima y la diseñadora Donna Karan, que lucieron diseños con mucha caída (y largo XL). La modelo brasileña acompañó su mono fluído con un clutch brillante y un maquillaje prácticamente imperceptible; su pelo, extraliso, y con raya al medio, para potenciar el aire minimal del estilismo.
Gigi Hadid y Heidi Klum siguieron los pasos de Adriana y también eligieron looks blancos y sencillos. La primera, con un dos piezas -vestido y abrigo- de acabado satinado y, la segunda, muy sexy con un escotado vestido drapeado en la cintura, de Zac Posen. Pero no sólo coincidieron en el color de sus looks, también en la elección de las joyas (ambas lucieron collares) y en el peinado, apostando por la melena suelta con ondas deshechas y raya al medio. Gigi sorprendió, además, con la elección de su calzado: unas babuchas glitter que pusieron el toque diferente y personal a su estilismo.
Y del luminoso blanco al siempre elegante negro. Este fue el color elegido por Karlie Kloss y Joan Smalls, aunque con interpretaciones muy diferentes. La primera, con un conjunto de top cruzado y falda midi, de Diane Von Furstenberg; y, la segunda, de Michael Kors, con un vestido muy sexy con abertura en la falda y varios recortes en el cuerpo. Karlie añadió unos botines calcetín de piel (de máxima tendencia esta temporada) y Joan, complementos dorados para poner la nota de brillo a su look.
