Ir de comprás después del trabajo no es una buena decisión. La neurociencia ha hablado y afirma que el agotamiento mental y físico, y el estrés, conducen a tomar decisiones impulsivas. ¿Te suena? Ir de compras a veces puede ser el mejor plan afterwork sin embargo, probablemente serán compras de las que nos arrepentiremos o no estemos convencidas tal y como apuntan desde el Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America.
Después de 6 horas intensas de trabajo las personas presentan hasta un 10% más de comportamientos impulsivos. El motivo no es otro que: cuanto más agotados estamos, más lento trabaja nuestro cerebro, y menos meditamos nuestras decisiones. Por tanto, se multiplican, las compras impulsivas sobre todo cuando se trata de firmas del fast fashion o con iniciativas como el Black Friday o el Ciber Monday. Momentos en los que nos sentimos atraídas por los buenos precios.
Ya lo decía Carrie Bradshaw, en la exitosa seriE de Sexo Nueva York: "Me gusta tener mi dinero en donde lo pueda ver, por ejemplo colgado en mi armario" o "Pensé que la única manera de liberarme era pensar en otra adicción... zapatos". La solución para encontrar el momento adecuado está en nuestros biorritmos. Si la recomendación científica es dedicar el tiempo después de la jornada laboral a actividades que no impliquen decisiones, solo quedan dos alternativas: madrugar e ir por las mañanas (el caso de algunos afortunados) o ir de compras los fines de semana. Dos de los momentos en los que estamos más descansadas y con la mente más despejada.
Para Jessica Alba, empresaria de éxito, la clave del éxito está en madrugar y no solo para trabajar. Según publican algunos medios especializados, gurús y emprendedores de la talla de Steve Jobs, Marissa Mayer o Michelle Obama han convertido el madrugón en rutina. ¿Por qué? El aumento de la capacidad de concentración y ser más productivos son solo dos de sus beneficios.
Según varios estudios que analizan el comportamiento humano, las dos primeras horas del día, desde el momento en que estamos completamente despiertos, son las más eficientes y sin embargo solemos desaprovecharlo revisando el correo o las últimas actualizaciones de nuestras redes sociales. Sin duda sacar partido de nuestros biorritmos es un buen consejo para comprar mejor y tener realmente un armario funcional.
