Es una de las rutinas más repetidas, pero siempre nos agota el enfrentarnos a nuestro armario cada mañana. La clave para cambiar el chip y resetear nuestro cerebro es preparar cada noche nuestro dress code. Aunque para muchas suene a aburrido es mucho más rápido y práctico, que tener que ponerte a pesar tu look cada mañana, recién levantada.
¿Un truco? Componer tus looks diarios con básicos del fondo de armario, así serás mucho más rápida a la hora de seleccionar las piezas. Pero recuerda añadir siempre un twist a lo sencillo, y así obtendrás un mejor resultado. Si apuestas todo al negro rompe con un abrigo a color o una prenda animal print; añade un abrigo especial a una camiseta básica y un tejano; unas sneakers blancas a un vestido lencero; opta por un traje sastre -te quitarás de un plumazo pensar en una pieza más del look-; por una camisa renovada o un vestido de flores al que añadir un botín o unas bailarinas. Y ¡voilà! En menos de lo esperado tendrás el 'look' para una jornada todoterreno.
