Que la noche prometía, todos lo teníamos claro. Si por algo es hábil Lady Gaga es por conseguir revolucionar a golpe de espectáculo, y la apertura de la Super Bowl era el escenario perfecto para ello. La cantante apareció por las alturas, con un body armado al más puro estilo disco, inspirado en las bolas de discoteca de Studio 54 o quizá en el uniforme de los astronautas como guiño a Houston, ciudad de la NASA, que anoche vibró a golpe de éxitos musicales; iluminada por cientos de drones a modo de estrellas que formaban la bandera norteamericana. Pocos segundos después saltaba al campo para regalar un espectáculo de 13 minutos con voz en directo y con menos referencias políticas de las esperadas.
Un arnés y unos cables sostuvieron a la artista, que descendía desde las alturas para complacer con sus grandes hits a los allí presentes y a los millones de telespectadores que no quisieron perderse uno de los acontecimeintos deportivos más esperados y seguidos en todo el mundo. Poker Face inició el setlist que interpretó desde una torre para después saltar al escenario principal sobre el césped, también repleto de estrellas y bailarines.
Momento del show en el que Lady Gaga aterriza en el escenario del estadio NRG.
La cantante inauguró la actuación con su exitoso tema Poker Face.
Su esperado dress code
Acostumbrados a sus excentricidades y toques estrambóticos en sus looks, el vestuario elegido para pisar uno de los escenarios estaba en le punto de mira. Versace fue la firma elegida tal y como apuntaban todas las quinielas. Amiga de Donatella y musa declarada de los diseños de la creadora italiana, la cantante escogió un body, con hombros armados y personalizado, de inspiración futurista, que combinó con medias de rejilla y botas altas joya durante los primeros minutos del show. Después se soltó la melena, cogida en un moño italiano, y se destapó luciendo un cropped top armado en blanco con detalles metálicos bordado y un culotte joya.
La artista completó su outfit de tintes futuristas con una chaqueta bling bling en dorado y pinchos, que aportaban pinceladas grunge al look.
Un cropped top armado y un culotte joya formaron su segundo uniforme de la noche.
Su beauty look, acorde con los tintes propios de otra galaxia fue junto a su dress code lo más comentados de la noche; y también sufrió modificaciones. La cantante aterrizó con unos ojos enmarcados en una especie de máscara hecha a base de pedrería y labios carnosos marcados en rouge.
Un beauty look inspirado en una súper woman puso la nota fantástica a la noche.
Según su estilista, Brandon Maxwell, el objetivo era homenajear a los diseños con los que sorprendió en sus primeros discos. Lo de sorprender está conseguido, y el homenaje... no nos queda claro si es a sus inicios musicales o por hacer un guiño a la ciudad donde se celebró el espectáculo, Houston. ¡Se admiten apuestas!