De niña buena romántica a chica rebelde con tintes grunge. Así es la colección que Zara ha fotografiado bajo las órdenes y objetivo de uno de los fotógrafos con más prestigio de la industria de la moda, Steven Meisel. Una alianza que refuerza más aún el hecho de que estamos ante una de las firmas low cost con más adeptos en el mundo gracias a su continuidad en las colecciones y su rápidez a la hora de poner a disposición del cliente más fashion los hits que marcan las pasarelas.
Una de las imágenes del lookbook de la colección de Zara bajo el objetivo de Steven Meisel.
Una línea inspirada en la revisión de la estética bailarina influenciada por tintes rebeldes procedentes del armario masculino. Inspirada en el momento del cambio de vestuario de la profesional del baile, ese en el que pierde toda ese delicadeza, sutileza y romanticismo que le aporta el uniforme de bailarina; a su dress code de calle. Un estilo compuesto por piezas que podrías encontrar en el guardarropa de tu chico al caracterizarse por estéticas oversize, siluetas caídas y aires urbanos muy marcados.
Abrigos oversize, vestidos vaporosos, pantalones masculinos con tintes sport, estampados, transparencias y detalles, mucho detalles como bordados, lazos y cintas que recorren algunos de los vestidos, y tobillos de las modelos a través de delicadas bailarinas de ballet. Una mezcla de romanticismo y grunge que nos dibuja a la nueva bailarina.
Una colección cuyo estilismo ha sido realizado por Karl Templer y que saldrá a la venta el próximo mes de marzo tanto en tiendas físicas como en su e-shop.