Damos la bienvenida al otoño con una de las partidas con las que arrancamos cada temporada: el juego de tonos. Como favoritos para este otoño-invierno tenemos a los metalizados, tanto los clásicos oro y plata como los colores chispeantes procedentes de la estética disco; el verde militar, el rojo y el morado (el súmun lo alcanza en su versión lila). Tonalidades con mucho carácter a los que le sigue la fuerza del mostaza (se queda un año más con nosotros), el gris, el rosa (desde su versión más empolvada hasta el chicle) y el clásico binomio en blanco y negro.