Del espíritu desenfadado y de aire grunge (un tanto homeless) de la colección de Kanye West, quien ha vuelto a revolucionar la industria de la moda con su 'desfile secreto'; a la sensualidad y sofisticación del show de Tom Ford. Ayer Nueva York dio el pistoletazo de salida a las Semanas de la moda con dos shows cuyo denominador común era saber quién iba a ocupar el front-row.
Kylie, de rubia platino; y Kendall Jenner junto a su hermana Kim Kardashian compartiendo confidencias con la editora de moda Carine Roitfeld.
Del primero, Yeezy Season 4, sabíamos que el clan formado por las Kardashian-Jenner acapararían todo el protagonismo. ¿Irían vestidas igual? ¿Nos sorprenderían con algún cambio radical en su beauty look?; aunque nos quedaba una gran incógnita, ¿Quiénes serían las 'manda más' encargadas de disfrutar del espectáculo?
Del segundo, la cuestión era contar cuantas top models y actrices de Hollywood acudían a un desfile cuyo leit motiv era la elegancia. Dos perfiles opuestos pero con una gran masa de seguidores detrás.
Karlie Kloss posando para los fotógrafos antes de disfrutar del show de la firma estadounidense.
La firma presentó su colección Pret A Porter otoño-invierno 2016-2017, que define a una mujer elegante, muy femenina y sofisticada. Un glamour refinado que se desprende de piezas confeccionadas con refinados tejidos como el terciopelo, la piel o el ante. Looks ornamentados, cargados de poder y otorgando todo el protagonismo a los hombros, con la que se convertirá en todo un boom la próxima temporada: la manga 'jamón'; y a la cintura. Una zona que se convierte de nuevo en el centro de atención gracias a la vuelta del cinturón para decorar la cintura.
