Jennifer Hudson y Kim Kardashian visten sus curvas con un 'wrap dress'

El éxito de Marylin Monroe en Hollywood abrió la puerta a un estereotipo de belleza diferente, sobre todo en lo relativo a las siluetas curvilíneas. Y, poco a poco, esta realidad se ha ido afianzando con celebrities como Jennifer López, Salma Hayek, Monica Bellucci, Scarlett Johansson, Sofía Vergara o Christina Hendricks, que presumen de curvas cada vez que tienen ocasión. Jennifer Hudson y Kim Kardashian son otros dos ejemplos claros de este boom de sensualidad. Además, las dos han coincidido recientemente luciendo el mismo vestido wrap de Donna Karan (otoño-invierno 2013-2014) pero... ¿quién lo lleva mejor?

Jennifer Hudson apostó por este vestido para asistir a la première de la película The inevitable defeat of Mister and Pete, durante el Festival de cine internacional de Chigado, el 11 de octubre. La cantante y actriz prefirió una versión más sobria de este look e hizo desaparecer, casi por completo, el escote original del vestido. Para completar su estilismo, añadió unas sandalias de tiras negras, de Saint Laurent, y un colgante con la palabra J Hud, abreviación de su nombre.

Mientras, en Hollywood, Kim Kardashian salía de compras con algunas de sus hermanas y, para la ocasión, elegía el mismo vestido de Donna Karan. Sólo cuatro meses después de haber tenido a su primera hija, North, Kim vuelve a presumir de curvas con looks como éste, que también lució unas horas más tarde, para disfrutar de una noche de ópera junto a Kanye West, su novio y padre de la pequeña Nori, como la llaman cariñosamente. La tv star, que desde hace algunas semanas luce melena rubia, combinó su vestido gris con unos salones de terciopelo marrones, de Saint Laurent.

Sobre la pasarela, la firma neoyorquina presentó este diseño con un cuello XL de pelo y unos botines de ante. Además, y para ser coherentes con la temporada a la que pertenece, la modelo lo lleva con medias en gris, a juego con el vestido.

¿Qué estilismo te gusta más? ¿Prefieres la versión invernal o la adaptación de nuestras protagonistas a la época actual, de entretiempo? ¿Quién lo lleva mejor? Déjanos un comentario.