No hace falta viajar hasta Dubái para saber que, allí, el "más" lo inunda todo. Desde los acuarios imposibles que decoran hoteles y centros comerciales hasta los inmensos rascacielos coronados por piscinas infinitas, el emirato de las islas con forma de palmera se mide con cifras de récord (son más de 400 los Guiness que atesora en solo 4.114 kilómetros cuadrados). Sin embargo, sí es al visitarla cuando descubres que Dubái es mucho más que mármol, acabados dorados o cochazos, porque también es gastronomía, espectáculos y mucha moda. De hecho, acaba de celebrar su primera Fashion Week; una excusa perfecta para descubrir los nuevos lugares que lo han convertido en el destino más popular de 2023 según TripAdvisor.
La diseñadora dubaití que adorarían las cantantes latinas
La zona de Dubai Design District (D3), cercana al famoso rascacielos Burj Khalifa y al Dubai Mall, acogía la semana pasada la primera Dubai Fashion Week, un evento renombrado pero que antes se conocía como Arab Fashion Week. Organizada por el Arab Fashion Council, la pasarela mostró durante seis días las creaciones de los modistos emiratís más conocidos (por ejemplo, Michael Cinco o Amato Couture, famosos por vestir, entre otras celebrities, a Beyoncé o Jennifer Lopez), pero también a talentos (tanto emergentes como consolidados) que no han resonado tanto fuera de sus fronteras... Todavía.
Es el caso de Mariam Yehia, una diseñadora de raíces egipcias y francesas que, en 2016, lanzó su firma Mrs.Keepa basada en el upcycling y las prendas que pueden llevarse de muchas formas diferentes. Una propuesta que diseña en su atelier de D3 y que, además de sostenible y actual, es tan rompedora y cargada de fuerza que conquistaría a las mismísimas estrellas del reguetón. ¿O no imaginas a Tini con el look de la imagen?
Rihanna, Jennifer Lopez... Las 'celebrities', enamoradas de la moda dubaití
Durante las jornadas de Dubai Fashion Week, aparte de modistos muy jóvenes (la diseñadora de The Whales, por ejemplo, solo tiene 17 años) que buscan capturar a la Generación Z con propuestas muy urbanas, se vieron vestidazos dignos de las mejores alfombras rojas. De hecho, varias de las marcas que desfilaron atesoran a divas como Rihanna, Jennifer Lopez o Lady Gaga entre su exclusiva clientela.
Ellas son algunas de las mujeres que pusieron en el radar internacional a Michael Cinco, un creador filipino que, hace 25 años, encontró en Dubái la mejor localización para lanzar su firma. Sus inconfundibles vestidos de pedrería y otras piezas repletas de glitter -que pueden requerir hasta 1.000 horas de trabajo y alcanzar los 100.000 euros de precio- enamoraron a las celebrities mencionadas y a otras estrellas que llevaron su nombre del Festival de Cannes a los Globos de Oro. Gracias a estas apariciones (que no podían ser más estelares, también por el brillo de sus diseños), Cinco ha conseguido un estilo muy reconocible que, hoy, triunfa en los países árabes, el mercado ruso y América.
Diseño al detalle
Y si en moda los dubaitís prestan absoluta atención a cada mínimo detalle (solo así se podrían conseguir esos vestidos de superestrella), cuando se trata de la arquitectura y el diseño de interiores, el esmero se maxifica. Encaje más o menos en tus gustos, nadie negará que la decoración está cuidada al milímetro en los hoteles más icónicos, como el lujoso Burj Al Arab (que cuenta con 7 estrellas) o el carísimo Atlantis The Palm (en el que una suite puede llegar a costar más de 12.000 euros por noche).
También en los nuevos alojamientos se ha mantenido ese carácter especial que hace de cada rincón dubaití toda una experiencia. Así podemos comprobarlo en el W Dubai Mina Seyahi, inaugurado hace un año, y que desde la puerta te absorbe con su colorido, sus tejidos y sus piezas de arte. Diseñado por el interiorista Stickman Tribe, reinterpreta en clave contemporánea piezas tradicionales árabes, como la alfombra rihal o las puertas decoradas con cortinas.
Tomar una copa con vistas espectaculares
Dubái está ideado para ser diversión constante, con lo que no faltan locales con shows o música en directo, y tampoco azoteas en las que degustar un aperitivo con vistas tan preciosas como si estuvieras en el mismísimo Manhattan. Una de las más concurridas la encontramos precisamente en la planta 31 del W Dubai Mina Seyahi. Se llama Atikko, está inspirada en los clubes asiáticos y, como tal, ofrece una selección de shushi y otros platos japoneses ideal para acompañar cualquiera de sus cócteles, la otra especialidad de la casa. Una combinación perfecta para disfrutar del colorido atardecer dubaití mientras escuchas a su dj que, por cierto, seguramente pinche más de un tema en español.
Lo latino triunfa en Dubái
Pero no solo en la música nocturna encontrarás acento español si viajas al emirato. Espectáculos de baile inspirados en el flamenco o firmas de raíces españolas como Celia B también han conquistado a los dubaitís, y por supuesto, nuestra gastronomía. Así lo confirma que el chef José Andrés haya sido uno de los elegidos para completar la oferta del exclusivo hotel Atlantis The Royal, donde ha abierto su nuevo local, Jaleo. También el éxito de espacios como La Niña, un precioso restaurante ibero-latino cuya decoración te trasladará a Andalucía, pero la carta te hará soñar, al mismo tiempo, con América del Sur o Portugal. Una fusión sorprendente (y deliciosa) que comenzar con una copa de vino en la barra y terminar en una de las mesas de la agradable terraza.
Yoga a 200 metros de altura
El vértigo no está admitido en Dubái porque muchas de las experiencias que se fijan en tu retina para siempre se dan a decenas de plantas sobre el nivel del mar. Además de restaurantes y clubes, gran parte de las azoteas de los rascacielos cuentan con piscina, aunque pocas son tan impresionantes como Aura Skypool Lounge, situada en la planta 50 de la torre The Palm. Su disposición alrededor del edificio permite contemplar las vistas 360 grados mientras te das un baño después, por ejemplo, de una clase de yoga; uno de los planes de los que puedes disfrutar en este lugar que, avisamos, corta la respiración.
El hotel que inauguró Beyoncé
Ella fue la estrella de la fiesta pero no la única invitada (muy) VIP que, en enero, viajaba hasta Dubái para celebrar la apertura del nuevo (y ultra lujoso) Atlantis The Royal. Chloe y Halle Bailey, Ashley Park, Liam Payne y Kendall Jenner fueron otros de los rostros conocidos que se dieron cita para ver actuar a la cantante a los pies de este imponente hotel que cuenta con 90 piscinas (algunas de uso común, otras privadas), 17 restaurantes (ocho de ellos creados por galardonados chefs como Heston Blumenthal o Nobuyuki Matsuhisa) y apartamentos por los que pueden llegar a pagar hasta 100.000 dólares por noche. Con acuarios, fuentes y obras de arte en el interior, y varios beach clubs a sus puertas, se trata de uno de los hoteles más exclusivos de Dubái, además de un destino FASHION en sí mismo: alberga muchas tiendas de moda y joyas de lujo así como centros de belleza y SPA.
El 'sushi' que triunfa en Las Vegas, México y, ahora, Dubái
Entre los restaurantes más destacados de Atlantis The Royal hay un beach club con todas las papeletas para convertirse en el próximo local de (súper) moda: el primer restaurante diurno y localizado a pie de playa del grupo Nobu. La fusión peruano-japonesa que arrasa en los hoteles y ciudades más cool de todo el mundo llega así a uno de los lugares más lujosos de Dubái, abriendo su carta -concisa, variada e ideada para compartir- a quienes se hospeden en el hotel pero también a los visitantes que deseen disfrutar del sushi más delicioso y de buena música en una tumbona o en una de las cabañas de la piscina que pueden reservarse por día.
El centro comercial más lujoso
Por supuesto, no hay ruta FASHION dubaití que esté completa sin el archiconocido Dubai Mall, situado a los pies del rascacielos Burj Khalifa y con una selección de tiendas que ni el armario de Kim Kardashian... De hecho, Dior, Saint Laurent y Miu Miu, entre otras firmas de mega lujo, conviven en este inmenso centro comercial de 502.000 metros cuadrados con Women'secret, Mango o Zara (sí, nuestras marcas de referencia también gustán en los Emiratos). Y la oferta de shopping se completa con decenas de restaurantes, dos hoteles (uno de ellos firmado por Armani) y el famoso acuario en el que hay incluso tiburones.
Desconectar en el desierto
Y si tras compras, restaurantes y hoteles exclusivos lo que de verdad te apetece es tumbarte sobre la arena, descalzarte y ver un atardecer precioso acompañado de una pizza, solo necesitas recorrer unos 50 kilómetros desde el centro de Dubái para llegar a algunos de los campamentos que, como Sonara Camp (en la foto), te ofrecen ese plan. En estos complejos podrás también pasear en jeep por el desierto, disfrutar de una cena tradicional o sumergirte en la cultura local con espectáculos de música y fuego. Un colofón que supone el contrapunto a la modernísima ciudad... y que terminará de enamorarte de Dubái.