La frase de 'no es oro todo lo que reluce' parece encajar muy bien en Hollywood: detrás de los focos y el glamur de las alfombras rojas, los actores lidian a veces con una realidad que no resulta tan atractiva. Así lo ha revelado Sydney Sweeney, a quien aparentemente la suerte parecía sonreírle. Trabajo no le falta a raíz de su aparición en Euphoria: desde que se metió en la piel de Cassie Howard, a la actriz le han llovido ofertas para otras películas, así como contratos de publicidad con importantes firmas de moda. Pero el éxito que está experimentando también trae consigo una presión difícil de soportar: "No consigo que mi mente se calle, no duermo", admitía sin rodeos en una reciente entrevista. Y es que haberse convertido en uno de los iconos clave de la generación Z, parece que le está pasando factura: la intérprete lidia desde hace tiempo con la ansiedad.
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No es la primera vez que la joven de 24 años habla abiertamente de este trastorno, de hecho el verano pasado admitió que las redes sociales le hacían sentir mal. "Es la parte menos sana de mi vida, el hecho de que me cuestione y tenga ansiedad por publicar una foto es enfermizo", admitía. Comenzó a tener ataques de pánico y decidió alejarse un tiempo para desconectar, estar con su familia y relajarse. Pero no fue suficiente: esta vez está experimentando algo similar y es debido a las inseguridades económicas que supone su carrera como actriz, así lo revelaba a The Hollywood Reporter. "Si quisiera tomarme un descanso de seis meses, no podría porque no tengo ingresos para cubrirlo", confiesa. "No tengo a nadie que me mantenga ni a quien pedir ayuda para pagar mis facturas".
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Explica que a su familia le faltó recursos y que sacrificaron lo que tenían para poder trasladarse a Los Angeles y que ella cumpliese su sueño. El reparto de ganancias que debe hacer entre el equipo que trabaja con ella, hace que su sueldo no sea tan impresionante como algunos piensan: "Si solo me dedicara a actuar, no podría vivir en Los Ángeles. Acepto contratos de publicidad porque tengo que hacerlo", asegura, cuando le preguntan por las campañas de moda junto a Armani o Miu Miu que recientemente ha protagonizado. La presión por trabajar sin descanso ha terminado afectando a su salud mental, pero aclara que no quiere "dar lástima" con su situación, sino simplemente visibilizar la realidad a la que, como ella, otros actores también se tienen que enfrentar en Hollywood.