Estar en casa ha transformado por completo nuestras rutinas. Cómo trabajamos, entrenamos o nos vestimos no es lo único que ha cambiado en las últimas semanas: el modo de relacionarnos es posiblemente lo que más afectado se ha visto por esta peculiar situación. Comidas familiares a través de la pantalla del ordenador (¡incluso los abuelos están haciéndose especialistas en videollamadas!) o quedadas online con tus amigas son dos ejemplos de esta nueva vida social tan absolutamente digital. El uso de las redes sociales y las apps de comunicación no hace sino crecer cada día de cuarentena… incluidas aquellas para conocer gente y ligar. Seguimos buscando el contacto con los demás, aunque este no vaya a pasar de unas líneas de chat.
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A pesar de lo que muchos creen, los usuarios de las aplicaciones para ligar también buscan una buena charla. Así lo confirman los últimos datos de Tinder: desde mediados de marzo, cuando empezó la cuarentena, las conversaciones en su portal se han incrementado en un 25%. Además, son entre un 10% y un 30% más largas. ¿Qué significan estos incrementos? Puede ser que tengamos más tiempo libre que dedicar a chatear… o que, sencillamente, necesitamos un contacto social que antes estaba repartido entre la vida real y la digital, pero que ahora llega casi exclusivamente por medio del smartphone (aparte de las renacidas tertulias de balcón a balcón).
Desde la app de citas también indican que la descripción incluida en los perfiles, donde hace menos de un mes reinaban a sus anchas términos como foodie, real o reggaeton, ha cambiado. Quédate en casa, estar a salvo, distanciamiento social o lávate las manos son las nuevas frases que dominan esas biografías que, en otro momento, servían como prueba de tu originalidad, simpatía o sentido del humor para llamar la atención y ganarte swipes hacia la derecha. Ahora, esos minicurrículums se han convertido en el reflejo de una preocupación universal que nos está tocando a todos pero que, a pesar de encerrarnos en casa, no han conseguido terminar con el ser naturalmente social que somos.