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No es un secreto, ¡nosotros también somos aficionados de la cerveza! Por eso siempre estamos en constante investigación de las últimas tendencias de esta bebida fermentada que, a pesar de tener una historia tan larga como interesante, sigue sorprendiéndonos. Según datos arqueológicos, esta bebida es casi tan antigua como el pan, y podría tener más de 6.000 años. Es probable que su permanencia en el tiempo sea gracias a tres atributos fundamentales: sus propiedades nutritivas, su facultad refrescante y, claro está, su cualidad de reunir a las personas con cualquier motivo de carácter social. Ahora, en plena era en la que la autenticidad y los productos de identidad propia son prioridad entre los consumidores que más se preocupan por su salud, son cada vez más las empresas de cervezas que apuestan por producciones menos procesadas y sin filtrar.
© El ÁguilaEl #NoFilter está de moda
Las personas estamos cada vez más concienciadas de lo que consumimos. La vuelta a los orígenes de la mano de una alimentación auténtica, sin químicos, ni procesados, se ha vuelto una exigencia entre los comensales más sibaritas. Siguiendo esta tendencia, El Águila, la cerveza que nació en el barrio madrileño de Delicias en 1900, vuelve a levantar el vuelo y se convierte en la primera gran cervecera que produce una cerveza especial sin filtrar. Su nueva receta El Águila Sin Filtrar recupera los métodos tradicionales de elaboración de cerveza de principios de siglo XX, cuando las cervezas no se filtraban o los procesos de filtrado eran mínimos, cuando todo se hacía con mimo, con cuidado, con tiempo.
© El ÁguilaRecién salida del tanque de fermentación
El número de simpatizantes de la cerveza sin filtrar crece como la espuma. Y es que esta bebida, de apariencia más turbia que las pintas, conquista a los verdaderos amantes de la birra porque tiene más cuerpo, 5.5% de alcohol en volumen, más textura y mayor diversidad organoléptica. José Miguel González Campo Guijarro, maestreo cervecero madrileño creador de la nueva receta de El Águila, revela que El Águila Sin Filtrar se disfruta como si estuviera recién salida del tanque de fermentación ya que, al eliminar el proceso de filtración, consigue mantener toda la levadura dentro de la bebida y muchos de los nutrientes que dan cuerpo a la cerveza.
Más cuerpo, más aroma y sabor
De acuerdo a su creador, el maestro cervecero José Miguel González Campo Guijarro, para valorar su intensidad hay que darle la vuelta a la botella – sin agitarla – antes de servirla, y en el caso del barril, moverlo ligeramente cada día. De esta forma despierta la levadura presente en la bebida, testimonio de su carácter puro, sin filtro. Sus orígenes no solo están representados en su fórmula de más matices de aroma y sabor, sino también en su icónica botella que está inspirada en las que vendía la empresa a principios del siglo XX. Si quieres probar los matices que aporta el sabor de una unfiltered beer, esta es nuestra apuesta.
El Águila recomienda el consumo responsable.
