El cambio de estilo de Kim Kardashian: la empresaria dice adiós a sus fotos en bikini
La socialité ha anunciado que reducirá considerablemente sus fotos en ropa de baño
Si hay algo que define a todas las mujeres del clan Kardashian-Jenner es el gusto por destacar sus impresionantes curvas. Un deseo que han llevado a cabo y potenciado a través de su inconfundible forma de vestir, con la que han creado una estética muy característica que han adoptado millones de mujeres alrededor de todo el mundo. Y es que su dominio no conoce fronteras. Si Kylie Jenner se convertía el año pasado en la mujer más influyente del mundo según el portal de moda Lyst.es, el último proyecto profesional de Kim Kardashian le reportó casi 2 millones de euros en apenas unos minutos. Cifras que no hacen sino confirmar el creciente éxito de cada una de ellas. Sin embargo, parece ser que Kim ha llegado a un punto de inflexión que le ha llevado a replantearse sus prioridades y que vamos a ver reflejado a través de un notable cambio de estilo.
Hace menos de un mes la empresaria anunciaba su deseo de empezar a vestir de forma más recatada y esta misma semana ha confesado al medio americano New York Magazine que ha decidido reducir considerablemente la cantidad de fotografías en bikini de sus redes sociales. "Supongo que ya no le doy tanta importancia como para querer hacerme un montón de fotos en bikini" explicaba Kim, "No quiero perder el tiempo en mis vacaciones como solía hacerlo, cuando salía de casa y pensaba 'Este es un buen sitio para una foto de Instagram. Luego me haré otra allí'. Ahora simplemente pienso: 'Voy a disfrutar al máximo del tiempo que tengo y si surge hacernos una foto, genial'". Una decisión que, según ella misma ha explicado en varias ocasiones, no tiene nada que ver con la opinión de su marido, Kanye West, que en más de una ocasión ha dejado clara su disconformidad en cuanto a la forma de vestir de su mujer. Como ella misma explicó, "Estoy de acuerdo con él, pero no voy a dejar de ser yo".
Fue precisamente durante la pasada Gala del Met que Kim y su marido tuvieron una discusión por el estilismo de la empresaria. El vestido de Thierry Mugler que escogió para recrear la estética Camp la coronó como una de las mejor vestidas de la noche. Un modelo entallado en color nude con un impresionante corsé que potenciaba todas sus curvas, repleto de pequeños brillantes con forma de lágrima, cuyo diseño original incluía dos pezones falsos. Un detalle que Kim terminó por eliminar, no por su marido sino por sus hijos, que cada vez son más conscientes de todo lo que les rodea. "Me he dado cuenta de que no puedo mirar mis redes sociales delante de mis hijos sin encontrar un montón de fotografías de desnudos", explicaba Kim a New York Magazine.
Una revelación que le ha llevado a tomar la decisión de cambiar su estilo a la hora de vestir y reducir el número de fotografías en bikini de sus perfiles públicos, así como centrarse en sus estudios de abogacía. Tendremos que esperar a la llegada del verano para saber si volveremos a ver o no nuevas fotografías de Kim en ropa de baño en alguna de sus idílicas vacaciones.