"El selfie ha muerto", sentenció hace un par de años Kim Kardashian, la resposable de que la tendencia de las autofotos se popularizara en todo el mundo hasta publicarse un millón de selfies diarios, según datos de 2016. Tras este comentario, la empresaria más mediática, no dejó de hacerse fotos a sí misma si bien es cierto que de un tiempo a esta parte su familia y marca de cosméticos homónima, KKW, acaparan gran protagonismo en su feed. Hace solo unos díasconfirmó su postura sobre los selfies asegurando que nunca más se tomaría este tipo de fotografías. Lo hizo durante la promoción de la tienda pop up que KKW ha abierto durante unos días en Los Ángeles, un comentario que muy pronto acaparó titulares de todo el mundo pero que no ha tardado ni tres días en contradecir vía Instagram. Y es que la última publicación que ha compartido con sus más de 113 millones de seguidores, es -¡sorpresa!- un selfie frente a un espejo. Posando en ropa interior en un habitación repleta de ropa, Kim ha cambiado de opinión en tiempo récord con una autofoto que ya acumula más de tres millones de likes.
Según sus últimas declaraciones, su relación con el universo digital ha cambiado en los últimos años: "Quiero pasar más tiempo en el mundo real. No me importan las fotos, ya no utilizo mi teléfono tanto como solía", comentó al periodista Sam Rubin en un vídeo de Twitter que ha generado multitud de comentarios. Como todo lo que sucede en el mundo Kardashian, nada forma parte del azar y cada palabra expresada en las entrevistas está perfectamente medida (algo que se comenta en uno de los episodios de Keeping Up With the Kardashians), quizá por ello y tratando de multiplicar la atención que suele recibir habitualmente, para dar a conocer la tienda efímera de su firma de belleza, quiso llamar la atención con unas declaraciones que sabía, provocarían comentarios. Su hermana Kylie Jenner vivió hace solo unas semanas un episodio muy similar cuando, después de anunciar que no mostraría más fotos de su hija Stormi, compartió un story de Instagram con su bebé en brazos. Aunque aparecía de espaldas y no se le podía ver el rostro, recibió numerosos comentarios aludiendo a su repentino cambio de parecer.
Este tipo de estrategia puesta en práctica por Kim puede llegar a funcionar para llamar la atención de posibles compradoras pero podría volverse en su contra haciéndole perder credibilidad. Aunque puede cambiar de opinión tantas veces como quiera, las contradicciones que muchas rodean a su familia (y, especialmente a su marido Kanye West) podrían valerle su popularidad, a pesar de la legión de fans que apoyan cada uno de sus comentarios.