Aprender a ser feliz, la asignatura más popular en los 316 años de historia de Yale

La Dra. Santos, profesora encargada de impartir la clase, desvela 5 claves que puedes aplicar para que tu vida también mejore

Por Regina Navarro

Solo un par de días después de que se abriera la inscripción para la asignatura Psicología y Buena Vida, una clase en la que se pretendía enseñar a los estudiantes a ser más felices, había algo más de 200 personas matriculadas. Una cifra que fue creciendo hasta alcanzar los 1.182 estudiantes, convirtiéndose en la más popular de los 316 años de historia de la universidad de Yale -la media se sitúa en unos 600 por clase-. La Doctora Laurie Santos, profesora de psicología y directora de una de las residencias universitarias que componen el centro, es la encargada de impartir un programa en el que trata de lograr que sus alumnos mejoren su calidad de vida.

Uno de los motivos por los que se puso en marcha esta asignatura fue porque, en un informe de 2013 del Consejo del Colegio de Yale, se descubrió que más de la mitad de los estudiantes buscaban atención psicológica durante su tiempo en la universidad. Algo que, según explica la Dra. Santos, podría estar motivado porque en la escuela secundaria tuvieron que priorizar sus estudios por encima de su felicidad. Tal vez por eso el programa presta atención tanto a esas características que permiten a las personas sentirse a gusto consigo mismas, como al cambio de comportamiento para vivir una vida plena. Vaya, se basa en la psicología positiva. Y sí, hay exámenes, uno a mitad del semestre y un proyecto de superación personal que denominan Hack Yo'Self Project.

Este tipo de proyectos, en los que se trata de enseñar a los alumnos a ser más felices, no es la primera vez que se presentan en universidades de prestigio en las que la presión que experimentan día a día los estudiantes puede convertirse en un problema. En Harvard, en 2006, cerca de 900 estudiantes se inscribieron en Psicología Positiva en el año 2006. Un curso que, aunque con ciertas similitudes con el de la Dra. Santos, no llegaba a la parte práctica, la del cambio de actitud. La búsqueda de la felicidad también fue uno de los temas en torno a los que giró el discurso que la autora J. K. Rowling pronunció en 2008 ante los estudiantes de esta universidad y que ahora aparece en las páginas de Vivir bien la vida.

Cómo vivir mejor la vida

La Dra. Santos, además de impartir esta asignatura, es conocida por sus charlas motivacionales en TED, en las que trata de desvelar las claves para vivir una vida cada vez más plena y feliz. Aunque discrepe de lo que afirman sus compañeros de Harvard y opine que "la ciencia nos ha mostrado que ser feliz requiere un esfuerzo intencional" y piense que para ser verdaderamente feliz hay que dedicar tiempo y esfuerzo, cree que se puede conseguir. Solo basta con tener un poco de paciencia y aplicar estos consejos.

1. Crear una lista de gratitud. Sí, es tan sencillo como suena y no es necesario hacerlo en papel. Basta con pensar en todos esos motivos por los que estamos agradecidos. "Suena bastante simple, pero hemos visto que quienes hacen este ejercicio de manera regular tienden a ser más felices", explica en una de sus charlas la doctora.
2. Duerme más. Descansar durante al menos ocho horas reduce los niveles de estrés, ansiedad y permite mejorar la actitud para enfrentarse al día.
3. Medita. Dedicar al menos diez minutos a prestar atención plena en uno mismo, en las preocupaciones y las dificultades, pero también en los motivos para sonreír, ayuda a lograr una percepción más clara de la realidad.
4. Más tiempo con la familia y los amigos. Compartir momentos con personas con las que tienes una cierta afinidad te ayudará a sentirte mejor que ganar un sueldo muy elevado a final de mes. Eso es al menos lo que concluyen algunos estudios y lo que asegura la Dra. Santos.
5. Desconecta de las redes sociales. Perjudican a las relaciones de pareja y también a nuestra forma de desenvolvernos con los demás. La ciencia explica que deberías utilizar tu móvil solo una hora al día para ser feliz, y la experta concluye que el uso excesivo de las redes sociales lleva a muchas personas a perder la percepción de la realidad.

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