Como suele ocurrir con las palabras que importamos de otros idiomas, sisu no tiene una traducción literal al castellano. Según la definición que da la psicóloga y activista Emilia Lahti, este término finlandés vendría a significar algo así como una “extraordinaria determinación o coraje que permite buscar más allá de las limitaciones presentes, actuar contra todas las adversidades y romper las barreras”. Vaya, una forma de enfrentarse a la vida que guarda ciertas similitudes con el lagom y el hygge, dos tendencias escandinavas que encuentran la felicidad en las pequeñas cosas de cada día.
Tener sisu, según explica Joanna Nylund, en su libro Sisu: The Finnish Art Of Courage, es uno de los mejores cumplidos que se le puede hacer a alguien porque significa que es fuerte y tiene carácter, que no se rinde ante los problemas y es luchador. Tal vez por eso adoptar esta forma de vida es uno de los retos que cada vez se proponen más personas. Una cualidad que se puede aplicar a diferentes aspectos de la vida, desde pequeños retos de cada día a grandes obstáculos con los que es más complicado lidiar. Aunque pueda sonar complicado, en realidad basta con hacer unos pequeños ajustes en tu rutina y entrenar la mente para que ese coraje forme parte de tu día a día y, cuando sea necesario utilizarlo, apenas te resulte complicado.
1. Convertir los momentos difíciles en oportunidades
Una de las peculiaridades de las personas que tienen sisu es que son capaces de enfrentarse a las adversidades con determinación. Una tarea complicada que se consigue entrenando. Según explica Johanna en su libro, es importante ser resiliente, pero yendo un paso más allá. Es decir, en lugar de forzarse por resistir ante los problemas, propone tomarlos como una oportunidad para crecer, fortalecerte interiormente y aprender a utilizar los momentos duros en tu beneficio.
2. No olvides cuidarte
Uno de los efectos secundarios que suelen acarrear los momentos duros de la vida es que sueles olvidarte de cuidarte. “Dormir mucho, disfrutar del aire fresco y buena nutrición son básicos para sentirte bien y tener fortaleza en esos momentos”, explica Johanna. Pero si no estás acostumbrada a seguir siempre una alimentación saludable o no realizas deporte con regularidad, cuando lleguen los problemas los olvidarás por completo. Los psicólogos coinciden en que crear una rutina sana te ayudarán a no dejarla cuando más la necesites.
3. Tómate algo de tiempo para ti misma
La soledad es una de las partes fundamentales de este estilo de vida. Cuando aprendes a estar solo contigo mismo descubres tu esencia, aprendes a escucharte y a conocerte de verdad. Además, “una parte esencial de poder acceder a su sisu es silenciar el ruido. Prueba a ordenar tu mente a través de la meditación y la respiración profunda o, simplemente, paseando por la naturaleza”, aconseja Johanna.