Las sospechas sobre supuestos problemas en su matrimonio saltaron a la luz con el famoso vídeo del ascensor en el que Solange – hermana de Beyoncé – se peleaba con Jay-Z ante la impasibilidad de la cantante. Después supimos de la existencia de una Becky with the good hair (Becky la del pelo bonito) a través de Lemonade, la canción-desahogo en la que 'Queen B' le dejaba las cosas claras a su marido. Hace tan solo un mes, Jay-Z admitía públicamente su infidelidad y ambos se fotografiaban juntos – de nuevo - en un ascensor quitándole importancia al asunto, y ahora el rapero ha decido contar con su esposa y su hija mayor, Blue Ivy, en el videoclip de Family feud, la canción en la que explica las consecuencias de este acto. La familia que actúa unida, permanece unida.
Beyoncé y Jay-Z, de nuevo, en un ascensor
En el adelanto del videoclip que se publica hoy íntegro para los suscriptores de Tidal, la plataforma de música del rapero, podemos ver a Jay-Z en una iglesia con Blue-Ivy de la mano, a Jay-Z siendo infiel y a Beyoncé desde un púlpito lanzando miradas acusadoras que bien podrían tener el poder de fulminar a alguien ipso facto. Todo esto rodeado de referencias muy cinematográficas - que recuerdan a las habitaciones en penumbra de El Padrino – y con mucha moda (y eso que en estos 30 segundos solo hemos podido ver dos looks), gracias a la presencia de Beyoncé, la cantante convertida en instagramer.
Family feud habla de infidelidad y de traición. De pecado y de redención. De Jay-Z en el confesionario y Beyoncé, del otro lado, con el poder de la absolución. De esta forma, la petición de perdón del rapero se produce de la mano de su música y con la colaboración de su esposa y su hija. Los Carter cierran el 2017 a lo grande convertidos en una familia numerosa y muy unida.